El FC Barcelona ha oficializado el fichaje del portero Joan García, procedente del RCD Espanyol, en una operación que ha generado controversia en el fútbol catalán. El club blaugrana pagó la cláusula de rescisión de 25 millones de euros, más un ajuste por inflación que eleva la cifra a 26.34 millones, para asegurarse al joven guardameta de 24 años hasta el 2025.
Joan García, formado en las categorías inferiores del Espanyol desde los 15 años, se convirtió en un ídolo para la afición perica tras ser clave en la permanencia del equipo en LaLiga. Su decisión de unirse al eterno rival ha sido vista por muchos seguidores del Espanyol como una traición, desatando críticas y hasta pintadas ofensivas en su pueblo natal, Sallent.
El traspaso se gestó en medio de tensiones, ya que el Espanyol se negó rotundamente a negociar con el Barcelona. La directiva perica insistió en que solo aceptarían el pago íntegro de la cláusula, una postura que refleja la histórica rivalidad entre ambos clubes. La operación, validada por LaLiga, deja al Espanyol con un beneficio neto de 18.75 millones de euros.
García, quien firmará su contrato con el Barcelona este viernes en un acto privado, llega como una apuesta de futuro para la portería culé. Con 146 paradas en la última temporada de LaLiga, el catalán fue el portero con más intervenciones en la competición, destacando por su agilidad y reflejos bajo los tres palos.
Sin embargo, su incorporación plantea interrogantes en el Barcelona. El equipo ya cuenta con Marc-André ter Stegen, Iñaki Peña y Wojciech Szczesny, lo que genera incertidumbre sobre quién será el titular. El técnico Hansi Flick deberá gestionar una competencia feroz en la portería, mientras el club busca un relevo generacional para el arco.
El impacto de este fichaje trasciende lo deportivo. La afición del Espanyol expresó su descontento, recordando momentos en los que García besaba el escudo blanquiazul y juraba lealtad al club. Su despedida en redes sociales, donde reconoció que la decisión “no será fácil de entender”, no ha calmado los ánimos de los seguidores pericos.
Por su parte, el Barcelona ve en García a un portero con proyección internacional, capaz de brillar en la Champions League y acercarse a la selección española. La operación, aunque costosa, se considera una inversión estratégica para un club que busca reforzar su plantilla con talento joven y local.
Este movimiento marca el primer fichaje del Barcelona para la temporada 2025-2026, bajo la dirección de Flick. Mientras el club celebra la llegada de García, la herida abierta en el Espanyol y su afición promete mantener viva la polémica en los próximos derbis catalanes.
La rivalidad entre ambos equipos se intensifica con este traspaso, que no solo afecta a los jugadores y directivas, sino también a las comunidades de aficionados. Los próximos encuentros entre Barcelona y Espanyol tendrán un condimento especial, con García como protagonista de una saga que apenas comienza.
El fútbol catalán vive un nuevo capítulo de tensiones, donde el talento de un joven portero ha encendido las pasiones de dos aficiones enfrentadas. Joan García, ahora vestido de blaugrana, deberá demostrar en el campo que su decisión valió la pena.