La presidenta Claudia Sheinbaum enfrentó un revés internacional este lunes en la Cumbre del G7 en Canadá. Apenas horas después de su llegada a Calgary, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su retiro anticipado del evento, cancelando la esperada reunión bilateral con la mandataria mexicana. La decisión de Trump, atribuida a la escalada de tensiones en Medio Oriente, dejó en el aire los planes de Sheinbaum para discutir temas clave como migración y comercio.
A pesar del desaire, el gobierno mexicano insiste en que la agenda de Sheinbaum en el G7 se mantendrá intacta. La presidenta participará en la sesión plenaria y sostendrá reuniones con líderes de India, Canadá, Alemania y el Consejo Europeo. Sin embargo, la cancelación de la reunión con Trump ha generado críticas sobre la capacidad de Sheinbaum para manejar la relación con el principal socio comercial de México.
La reunión con Trump, programada para este martes, era vista como una oportunidad para abordar las crecientes tensiones por las redadas migratorias en Estados Unidos. Sheinbaum había prometido defender a los mexicanos en el extranjero, pero la ausencia del presidente estadounidense pone en duda la efectividad de su estrategia diplomática. El encuentro estaba agendado de 15:40 a 16:40 horas, según la agenda oficial.
El retiro de Trump no solo afecta la agenda de Sheinbaum, sino que también resalta la fragilidad de la relación México-Estados Unidos bajo el actual gobierno. Mientras Trump firmó un acuerdo comercial con el Reino Unido durante el G7, México se queda sin avances concretos en su diálogo bilateral. La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó los logros de Trump en la cumbre, dejando en segundo plano la cancelación con México.
Sheinbaum, por su parte, intentó minimizar el impacto. En redes sociales, compartió que se reunió con el Consejo Empresarial de Canadá para promover inversiones en México. Acompañada por los secretarios de Economía, Hacienda y Relaciones Exteriores, la presidenta destacó las oportunidades del llamado “Plan México”. Sin embargo, estas acciones no logran opacar la percepción de un tropiezo diplomático.
La Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó que Sheinbaum seguirá con su itinerario, incluyendo una reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, y el canciller alemán, Friedrich Merz. También está programada una audiencia con el primer ministro canadiense, Mark Carney, antes de regresar a México. La mandataria viajó en un vuelo comercial, un gesto que ha sido criticado como insuficiente frente a los retos internacionales que enfrenta.
El viaje de Sheinbaum a Canadá, su primera participación en el G7 como invitada especial, estaba destinado a proyectar fortaleza. En cambio, la cancelación de Trump ha alimentado las críticas sobre su liderazgo en el escenario global. La presidenta expresó su deseo de “hacer votos por la paz” ante la situación en Medio Oriente, pero no aclaró cómo planea reprogramar el diálogo con Estados Unidos.
Mientras Sheinbaum busca mantener el control de la narrativa, el episodio en el G7 refuerza las dudas sobre la estrategia de Morena en política exterior. La relación con Estados Unidos, marcada por tensiones comerciales y migratorias, sigue siendo un desafío sin resolver. La presidenta regresará a México este martes por la noche, enfrentando el escrutinio de un país que espera resultados concretos de su gobierno.