La esperada reunión entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se concretó en la Cumbre del G7 en Canadá. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, confirmó que el encuentro fue pospuesto debido a la repentina salida de Trump, quien abandonó el evento para atender el conflicto entre Israel e Irán.
El gobierno de Morena, encabezado por Sheinbaum, había anunciado con bombo y platillo esta reunión como una oportunidad para fortalecer la relación bilateral. Sin embargo, la cancelación de Trump pone en evidencia la fragilidad de la diplomacia mexicana ante las decisiones impredecibles del líder estadounidense.
Rosa Icela Rodríguez intentó minimizar el desplante, asegurando que no solo México fue afectado. Según la funcionaria, Trump también canceló reuniones con Japón, Australia y Ucrania, aunque esto no reduce el impacto de dejar a México sin un encuentro clave en un momento de tensiones globales.
La agenda de Sheinbaum en el G7, sin embargo, sigue adelante. La presidenta participará en la sesión plenaria de la cumbre y sostendrá reuniones con líderes como el primer ministro de India, Narendra Modi, el canciller alemán Friedrich Merz y el anfitrión canadiense, Mark Carney.
El gobierno mexicano insiste en que la relación con Estados Unidos no se verá afectada. Rodríguez destacó que hay una “buena comunicación” con el gabinete estadounidense, pero las palabras suenan vacías cuando Trump priorizó otros asuntos sobre el diálogo con México.
Este episodio pone en tela de juicio la capacidad de Sheinbaum para manejar la relación con un vecino tan volátil como Trump. La cancelación no solo refleja la falta de peso de México en la agenda del presidente estadounidense, sino que también deja al descubierto las limitaciones del gobierno de la 4T en el escenario internacional.
Mientras Sheinbaum continúa su participación en el G7, en México crecen las dudas sobre cómo se manejará la relación con Estados Unidos. La ausencia de un encuentro directo con Trump podría complicar las negociaciones en temas clave como migración, comercio y seguridad.
El gobierno de Morena enfrenta ahora el reto de reagendar esta reunión en un contexto geopolítico cada vez más complejo. La pregunta es si Sheinbaum logrará imponer la agenda mexicana o si seguirá quedando a merced de las decisiones de Trump.
La secretaria de Gobernación aseguró que el diálogo entre ambos países seguirá abierto, pero la realidad es que México necesita más que promesas para garantizar una relación sólida con su principal socio comercial.
Por ahora, la cancelación de esta reunión es un recordatorio de que, en la diplomacia internacional, México sigue siendo vulnerable a los caprichos de líderes como Trump, dejando a Sheinbaum y a su equipo con la tarea de demostrar que pueden defender los intereses del país.