El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, se reunió con los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, para abordar la preocupante situación de inseguridad en el estado. La reunión, celebrada en Culiacán, tuvo como objetivo fortalecer la coordinación operativa entre las fuerzas estatales y federales para combatir los delitos de alto impacto que azotan la región.
Durante el encuentro, se acordó el despliegue de 1,600 elementos adicionales para reforzar la seguridad en Sinaloa. De estos, 1,200 pertenecen al Ejército Mexicano, incluyendo 200 efectivos especializados conocidos como “Murciélagos”, y 400 son de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Esta medida busca llenar de presencia policial zonas específicas donde la violencia ha sido recurrente.
Rubén Rocha Moya destacó que la estrategia incluye un enfoque en delitos graves como homicidios dolosos, robo de vehículos y privación ilegal de la libertad. Las autoridades identificaron polígonos prioritarios donde se intensificarán las acciones, con el objetivo de reducir la incidencia delictiva que ha generado alarma entre los sinaloenses.
La nueva estrategia no solo contempla más elementos en las calles, sino también un fortalecimiento en las labores de inteligencia. Se instalarán cámaras de videovigilancia en puntos clave y se mejorará la iluminación en espacios públicos, medidas que serán diseñadas directamente por Omar García Harfuch con recursos federales.
El gobernador subrayó que la coordinación entre las fuerzas estatales y federales será más estrecha para garantizar resultados visibles. La visita de los secretarios marca el inicio de una evaluación constante de los operativos, con el compromiso de ajustar las acciones según los resultados obtenidos en las próximas semanas.
La llegada de estos refuerzos responde a un contexto de creciente violencia en Sinaloa, donde los enfrentamientos entre grupos criminales han incrementado los índices de inseguridad. La ciudadanía espera que estas medidas logren restablecer la tranquilidad en las zonas más afectadas, particularmente en Culiacán y municipios cercanos.
Rocha Moya expresó su agradecimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum por el respaldo federal y destacó la disposición de Harfuch y Trevilla para trabajar de manera conjunta. Sin embargo, la persistencia de delitos de alto impacto sigue siendo un desafío que pone en duda la efectividad de las estrategias previas.
La reunión también sirvió para analizar el impacto de los operativos en zonas rurales, donde se han detectado puntos críticos de actividad delictiva. Las autoridades federales y estatales acordaron mantener un monitoreo continuo para garantizar que las acciones tengan un impacto real en la seguridad de los sinaloenses.
Este reforzamiento llega en un momento crucial, tras meses de reportes sobre un aumento en homicidios y otros delitos violentos. La población de Sinaloa espera que esta nueva fase operativa marque una diferencia tangible en la lucha contra la inseguridad que afecta su día a día.