Las lluvias constantes que azotaron la Ciudad de México el lunes 16 de junio y se prolongaron hasta la madrugada del martes 17 han dejado un rastro de caos en las principales vialidades. Las acumulaciones de agua han provocado encharcamientos e inundaciones que complicaron la movilidad en varias zonas de la capital, según reportes oficiales.
El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) informó sobre encharcamientos severos en puntos clave como el cruce de Viaducto y Avenida del Parque, en la colonia Nápoles. En esta zona, el agua acumulada afectó la circulación vehicular, obligando a los conductores a buscar rutas alternas.
Otro punto crítico fue el cruce de San Antonio Abad y Avenida del Taller, donde se reportó un “espejo de agua” de menor profundidad. Sin embargo, las imágenes difundidas muestran que incluso estas acumulaciones representan un riesgo para los automovilistas, especialmente en vialidades que se hunden bajo avenidas.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó un encharcamiento importante en la Avenida Paseo de la Reforma, a la altura del Eje 1 Norte Mosqueta. Este problema se intensificó durante la tarde del martes, cuando las lluvias alcanzaron su punto máximo, generando congestionamientos en una de las arterias más transitadas de la ciudad.
Una inundación significativa ocurrió en el desnivel del cruce de Viaducto y Circuito Interior, donde el agua alcanzó niveles que requirieron la intervención de elementos policíacos. Los uniformados trabajaron con bombas para desazolvar coladeras y reducir el nivel de agua, según imágenes compartidas por el Centro de Orientación Vial (OVIAL).
Las autoridades locales han activado el Operativo Tlaloque para atender las emergencias derivadas de las lluvias. Este protocolo incluye la participación de diversas dependencias para desazolvar drenajes y retirar basura que obstruye el flujo del agua, un problema recurrente en la capital durante la temporada de precipitaciones.
La acumulación de agua en las vialidades no es un fenómeno nuevo en la Ciudad de México, pero las lluvias recientes han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura urbana. Las zonas bajas, como los pasos a desnivel, son especialmente propensas a inundaciones, lo que genera críticas sobre la falta de mantenimiento en el sistema de drenaje.
Los reportes ciudadanos en redes sociales muestran el impacto de las lluvias en la vida diaria de los capitalinos. Automovilistas varados, transporte público saturado y peatones enfrentando charcos profundos son escenas comunes en días como estos, mientras las autoridades intentan mitigar las afectaciones.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, las lluvias de junio han recordado a los habitantes de la Ciudad de México los retos que enfrenta la urbe en temporada de precipitaciones. Las imágenes de calles anegadas y vehículos atrapados en el agua reflejan una problemática que requiere soluciones de fondo.