La temporada de lluvias en la Ciudad de México para este 2025 ya está en pleno apogeo, y las precipitaciones no han dado respiro a los capitalinos. Según los pronósticos, las tormentas se han intensificado desde mayo, afectando la vida diaria con encharcamientos, tráfico caótico y múltiples inconvenientes en la movilidad urbana.
El Servicio Meteorológico Nacional ha indicado que la temporada de lluvias comenzó oficialmente a mediados de mayo y se espera que se extienda hasta finales de noviembre. Este período coincide con la temporada de ciclones tropicales, que arrancó el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, lo que incrementa la probabilidad de lluvias intensas en la capital.
En la Ciudad de México, las lluvias más fuertes se han registrado entre junio y septiembre, con chubascos que alcanzan entre 25 y 75 milímetros en 24 horas. Estas precipitaciones suelen venir acompañadas de descargas eléctricas y, en algunos casos, caída de granizo, lo que agrava las afectaciones en las calles y avenidas principales.
Las autoridades han reportado que las lluvias han generado inundaciones en puntos clave como Calzada Ignacio Zaragoza y Ermita Iztapalapa, además de suspensiones en el servicio del Metro, como ocurrió en la Línea A el pasado 2 de junio. Estos incidentes han complicado el traslado de miles de personas que dependen del transporte público.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil ha advertido que las lluvias continuarán siendo intensas en los próximos días, especialmente entre el 16 y el 20 de junio. Se espera que las condiciones mejoren ligeramente hacia finales de esta semana, pero la amenaza de tormentas persiste.
El cambio climático ha jugado un papel importante en la intensificación de estas lluvias. Factores como el aumento de la temperatura y la humedad, combinados con la actividad ciclónica, han hecho que las precipitaciones sean más prolongadas y severas en comparación con años anteriores.
Las autoridades han emitido recomendaciones para enfrentar las lluvias, como evitar transitar por zonas inundadas, no cruzar ríos o arroyos durante tormentas y mantener limpias las coladeras para prevenir encharcamientos. También se sugiere revisar techos y azoteas para evitar filtraciones.
A pesar de los inconvenientes, las lluvias son esenciales para recargar los mantos acuíferos y reducir la contaminación en la ciudad. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada y el mal estado de los drenajes agravan los problemas, dejando a muchas colonias vulnerables ante las tormentas.
Los capitalinos han aprendido a convivir con estas condiciones, adaptando sus rutinas diarias. Desde llevar impermeables hasta planear sus traslados con antelación, la población busca formas de sobrellevar esta temporada que, aunque necesaria, pone a prueba la paciencia de todos.
Con el pronóstico de más lluvias en el horizonte, la Ciudad de México se prepara para un verano y otoño donde el paraguas será un compañero inseparable. Las autoridades continúan monitoreando el clima para emitir alertas oportunas y minimizar los riesgos.