Una juez en Boston ha pospuesto su fallo sobre la controvertida medida del presidente Donald Trump que prohíbe a la Universidad de Harvard aceptar estudiantes internacionales. La decisión, que mantiene en vilo a miles de alumnos, se espera para la próxima semana.
La juez de distrito Allison D. Burroughs anunció tras una audiencia que continuará evaluando si mantiene la orden de restricción temporal emitida en mayo, la cual bloquea el veto de Trump. Esta orden seguirá vigente hasta que se emita un nuevo dictamen.
El pasado mes, el gobierno de Trump prohibió a Harvard matricular nuevos estudiantes extranjeros y exigió a los ya inscritos trasladarse a otras universidades, bajo amenaza de perder su estatus migratorio. La medida ha generado una fuerte controversia en el ámbito académico.
Harvard, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, respondió demandando al gobierno, argumentando que su capacidad para recibir estudiantes internacionales es esencial para su misión educativa y para que estos permanezcan legalmente en el país.
La universidad señaló que la prohibición ha causado un impacto significativo, afectando programas académicos, laboratorios de investigación y cursos. Alrededor del 27% de los estudiantes de Harvard son internacionales, lo que representa una parte crucial de su comunidad.
A pesar de la orden judicial que bloquea temporalmente el veto, Harvard reportó que algunos estudiantes extranjeros que llegaron a Boston el 5 de junio fueron sometidos a inspecciones secundarias y retenidos durante horas sin posibilidad de comunicarse.
El Departamento de Estado de Estados Unidos también ordenó en mayo a embajadas y consulados investigar las redes sociales de estudiantes y académicos de Harvard en busca de contenido considerado antisemita, una medida que ha intensificado las tensiones.
La disputa se enmarca en un conflicto más amplio entre el gobierno de Trump y Harvard, al que acusa de fomentar el antisemitismo y no cumplir con las demandas de supervisión en sus políticas de admisión y contratación.
El presidente de Harvard, Alan Garber, ha calificado la prohibición como una acción ilegal que pone en riesgo el futuro de miles de estudiantes y amenaza la libertad académica de la institución.
La decisión final de la juez Burroughs será clave para determinar si Harvard podrá continuar acogiendo a estudiantes de más de 140 países, quienes enriquecen significativamente su comunidad académica y cultural.