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El peso mexicano enfrenta una nueva jornada de incertidumbre mientras las tensiones en Medio Oriente sacuden los mercados globales. En las primeras operaciones de este martes, la moneda nacional perdió terreno frente al dólar, cotizando en 18.95 unidades, según datos del Banco de México. Este retroceso se atribuye al nerviosismo internacional desatado por el reciente conflicto entre Israel e Irán, que ha disparado la aversión al riesgo en los mercados financieros.

El ataque de Israel contra instalaciones nucleares y militares iraníes, seguido de las represalias de Irán, ha generado una ola de inestabilidad que afecta a las monedas emergentes como el peso. La escalada bélica comenzó el pasado jueves, cuando Israel lanzó bombardeos en Teherán, lo que elevó los precios del petróleo y provocó caídas en las bolsas de valores de Asia, Europa y América. El peso, aunque resistente en semanas recientes, no ha sido inmune a estas turbulencias.
A pesar de este retroceso, analistas destacan que el peso mexicano ha mostrado fortaleza relativa frente a otras monedas emergentes. En lo que va del año, la divisa acumula una apreciación del 8.3% respecto al cierre de 2024, cuando se cotizaba en 20.89 pesos por dólar. Sin embargo, la volatilidad actual pone en riesgo estas ganancias, especialmente si el conflicto en Medio Oriente se intensifica en los próximos días.
El aumento en los precios del petróleo, que superaron los 72 dólares por barril de West Texas Intermediate y los 73.5 dólares por barril de Brent, es otro factor que presiona al peso. Este encarecimiento podría traducirse en mayores costos de combustibles en México, lo que impactaría la inflación y el poder adquisitivo de los consumidores. La incertidumbre geopolítica también ha fortalecido al dólar como activo refugio, afectando a monedas como la mexicana.
En el panorama interno, la economía mexicana enfrenta retos adicionales. El consumo privado, que representa el 71% del Producto Interno Bruto, muestra señales de debilidad con una contracción estimada del 0.78% en los primeros cinco meses de 2025. Este escenario, combinado con las tensiones comerciales derivadas de las políticas de Donald Trump, complica el panorama para la moneda nacional.
A pesar de estas presiones, algunos expertos consideran que el peso podría recuperar terreno si se estabilizan las condiciones globales. La reunión del G7, que se lleva a cabo esta semana, podría ofrecer señales de distensión en el conflicto, lo que aliviaría la presión sobre los mercados. No obstante, la posibilidad de represalias iraníes mantiene a los inversionistas en alerta.
La fortaleza del dólar, que alcanzó un avance del 0.16% frente a una canasta de divisas, también juega un papel clave en la depreciación del peso. Este movimiento refleja la búsqueda de activos seguros por parte de los inversionistas, quienes han incrementado la demanda de oro, que se acercó a los 3,400 dólares por onza, y de otras monedas como el yen japonés y el franco suizo.
El Banco de México ha señalado que está monitoreando de cerca la situación, aunque no ha anunciado medidas específicas para contrarrestar la volatilidad. Analistas de Monex y Banco Base coinciden en que, aunque el peso ha resistido bien en un entorno hostil, los riesgos persisten, incluyendo la revisión del T-MEC en 2026 y las posibles políticas arancelarias de Estados Unidos.
La jornada de este martes también estuvo marcada por datos económicos mixtos en Estados Unidos, donde la confianza del consumidor mostró un aumento inesperado en junio. Sin embargo, este indicador tuvo un impacto limitado en los mercados, que permanecen dominados por las noticias provenientes de Medio Oriente.
Mientras tanto, los inversionistas en México ajustan sus estrategias ante un entorno de incertidumbre. La Bolsa Mexicana de Valores, que ha mostrado altibajos en las últimas semanas, podría enfrentar nuevas presiones si las tensiones globales no se disipan pronto. Por ahora, el peso mexicano se mantiene en una posición vulnerable, pero con potencial para estabilizarse si las condiciones internacionales mejoran.

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