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Capula rinde homenaje al pulque sagrado con una procesión única en Sultepec

En el corazón de Sultepec, Estado de México, la comunidad de Capula mantiene viva una tradición que une historia, cultura y espiritualidad: la procesión del pulque sagrado. Cada año, durante las festividades de Día de Muertos, los habitantes de este pueblo minero se reúnen para honrar a sus ancestros y celebrar una bebida milenaria que conecta con las raíces prehispánicas de México.
La procesión, que parte del Santuario del Señor de la Santa Veracruz, recorre las calles de Capula en un ambiente de respeto y devoción. Los participantes, encabezados por los mayordomos, llevan consigo una calavera centenaria, símbolo de la muerte y la memoria, mientras piden ofrendas en las casas donde la muerte tocó durante el año. Esta ceremonia, cuya antigüedad se remonta siglos atrás, refleja la conexión profunda entre la comunidad y sus tradiciones.
El pulque, conocido como la bebida de los dioses, ocupa un lugar central en esta celebración. En la cosmovisión prehispánica, esta bebida fermentada del maguey era considerada sagrada, reservada para rituales y ofrendas a deidades como Mayáhuel. En Capula, el pulque no solo es una bebida, sino un vínculo con la tierra, la historia y los antepasados, preparado con técnicas que han pasado de generación en generación.
Durante la procesión, las casas adornadas con altares llenos de flores de cempasúchil, velas y alimentos reciben a los visitantes con hospitalidad. Los anfitriones ofrecen chocolate caliente, mezcal, tequila y, por supuesto, pulque, acompañado de platillos típicos como tamales y mole. Estos altares, cuidadosamente elaborados, son un homenaje a los seres queridos que han partido, creando un ambiente de comunión entre los vivos y los muertos.
Los mayordomos, encargados de guiar la procesión, recogen ofrendas que van desde pan hasta licores de frutas de la región. Estas se guardan en costales que, al final del recorrido, se reparten entre quienes completan la caminata nocturna de casi diez horas. Este acto de compartir refuerza el sentido de comunidad y la importancia de mantener vivas las tradiciones.
La calavera, protagonista de la procesión, es un cráneo anónimo que, según la tradición, tiene más de 400 años. Aunque nadie conoce con exactitud el origen de esta costumbre, su antigüedad y el respeto que inspira son innegables. Al concluir el recorrido, la calavera regresa a su gaveta, donde permanecerá resguardada hasta el próximo año, lista para volver a unir a la comunidad.
La celebración en Capula no solo honra el pulque y la memoria de los difuntos, sino que también resalta la riqueza cultural de Sultepec. En un mundo donde las tradiciones a menudo se desvanecen, esta procesión es un recordatorio de la importancia de preservar las raíces y los rituales que dan identidad a un pueblo.
Esta festividad, impregnada de simbolismo y arraigo, atrae cada vez más a visitantes curiosos por conocer de cerca las tradiciones mexicanas. La procesión del pulque sagrado en Capula es una experiencia que combina historia, espiritualidad y convivencia, mostrando la vitalidad de una comunidad que se niega a olvidar su pasado.

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