La Ciudad de México se convirtió en un caos este lunes tras las intensas lluvias que dejaron calles inundadas en las 16 alcaldías. Las precipitaciones, acompañadas de granizo y fuertes vientos, desbordaron el sistema de drenaje, evidenciando la falta de mantenimiento en la infraestructura hidráulica de la capital.
En alcaldías como Iztapalapa, Coyoacán y Álvaro Obregón, las inundaciones alcanzaron niveles críticos. En la Central de Abasto, los comerciantes reportaron pérdidas significativas, mientras que en avenidas principales como Reforma y Circuito Interior, los automovilistas quedaron atrapados en bajopuentes anegados.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil activó alertas naranja y amarilla, pero la respuesta fue lenta. Bomberos y personal de Protección Civil trabajaron sin descanso para desazolvar coladeras, muchas obstruidas por basura acumulada, un problema que las autoridades no han logrado resolver.
En Álvaro Obregón, la Presa San Francisco estuvo al borde del colapso, repleta de desechos que impidieron el flujo del agua. Vecinos denunciaron que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México no ha realizado el mantenimiento adecuado, dejando a la población vulnerable ante cada temporal.
El Metro también sufrió afectaciones. Líneas como la 2, 5, 8 y 12 operaron con marcha lenta, dejando a miles de usuarios varados. En redes sociales, los capitalinos expresaron su frustración por la falta de preparación del gobierno local para enfrentar estas contingencias.
A pesar de los esfuerzos del Operativo Tlaloque, que desplegó a policías y agentes de tránsito, las vialidades colapsaron durante horas. En Iztacalco, una escuela primaria se inundó, obligando a suspender clases y movilizar a cuerpos de emergencia.
Las lluvias, que duraron más de 10 horas, dejaron a la vista las carencias en la planeación urbana. La acumulación de agua en puntos clave como Periférico y Viaducto Tlalpan paralizó la movilidad, afectando la rutina de millones de ciudadanos.
Este nuevo episodio de inundaciones reaviva las críticas hacia las autoridades capitalinas. La falta de inversión en infraestructura y el descuido en el desazolve de drenajes siguen siendo un problema recurrente, mientras los habitantes de la CDMX enfrentan las consecuencias de un sistema que no da abasto.
La Comisión Nacional del Agua señaló que las precipitaciones superaron los 80 milímetros en algunas zonas, un volumen que saturó los sistemas de bombeo. Sin embargo, la ciudadanía exige soluciones de fondo y no solo respuestas reactivas ante cada emergencia climática.
Mientras la lluvia cede, la ciudad intenta recuperar la normalidad. Pero la lección es clara: sin un plan integral, la capital seguirá hundida en el caos cada vez que Tláloc decida descargar su furia.

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Calles de la CDMX bajo el agua: caos y desatención tras lluvias torrenciales
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