Un partido de fútbol americano entre los equipos de la Vocacional 2 y el Cetis 54, celebrado en el estadio de los Burros Blancos en la Ciudad de México, terminó en una violenta pelea campal que involucró a jugadores, entrenadores y hasta padres de familia. Lo que comenzó como un encuentro deportivo estudiantil se salió de control, dejando un saldo de heridos leves y un ambiente de tensión.
El enfrentamiento ocurrió al finalizar el juego, cuando el resultado desató inconformidades entre los asistentes. Según testigos, un grupo de padres de familia comenzó a discutir con los árbitros, cuestionando decisiones tomadas durante el partido. Las palabras subieron de tono rápidamente, y lo que parecía una simple disputa verbal escaló a empujones y golpes.
Los jugadores de ambos equipos, en lugar de calmar los ánimos, se sumaron al conflicto. Videos captados por los presentes muestran a jóvenes en uniformes deportivos enfrentándose a puñetazos, mientras algunos adultos intentaban separarlos sin éxito. La situación se agravó cuando más padres se involucraron, convirtiendo el campo en un escenario de caos.
La intervención de las autoridades fue necesaria para restablecer el orden. Elementos de seguridad llegaron al estadio y lograron dispersar a los involucrados. A pesar de la magnitud de la pelea, no se reportaron detenciones, pero sí varias personas con contusiones y lesiones menores que no requirieron hospitalización.
Este incidente ha generado críticas hacia la organización del evento. Algunos padres señalaron que la falta de medidas preventivas y la ausencia de suficiente personal de seguridad contribuyeron al descontrol. Otros apuntaron a la rivalidad entre las escuelas como un factor que ya había generado tensiones previas.
La Vocacional 2 y el Cetis 54 emitieron comunicados lamentando los hechos y asegurando que investigarán lo ocurrido. Ambas instituciones prometieron sanciones para los estudiantes involucrados y medidas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en futuros encuentros deportivos.
El fútbol americano estudiantil, muy popular en México, suele ser una actividad que fomenta el compañerismo y la disciplina. Sin embargo, este episodio pone en evidencia cómo la falta de control y el mal manejo de las emociones pueden empañar el espíritu deportivo. La comunidad escolar de ambas instituciones ha expresado su preocupación por el impacto de estos eventos.
La Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de Servicios, a la que están adscritos ambos planteles, no ha emitido un posicionamiento oficial. Se espera que en los próximos días se anuncien acciones concretas para reforzar la seguridad en eventos deportivos y promover un ambiente de respeto entre las escuelas.