La noche del domingo 15 de junio, una tragedia sacudió al municipio de Coacalco, en el Estado de México. Cuatro integrantes de una familia, dos hombres y dos mujeres, fueron asesinados a balazos dentro de su propia vivienda. Los hechos ocurrieron en la Cerrada Liquidambar, esquina con R. Sauces, en la Colonia Rinconada San Felipe, una zona marcada por la creciente inseguridad.
Según los primeros reportes, los agresores ingresaron al domicilio tras saltar desde un predio contiguo. Sin mediar palabra, abrieron fuego contra las víctimas, dejando un saldo mortal que incluyó hasta a la mascota de la familia. Vecinos relataron haber escuchado múltiples detonaciones, lo que desató el pánico en la comunidad.
Elementos de la Policía Municipal y Estatal acudieron al lugar tras el reporte de los disparos. Al llegar, encontraron los cuerpos sin vida y acordonaron la zona para permitir las investigaciones. Paramédicos confirmaron que no había nada que hacer por las víctimas, quienes recibieron múltiples impactos de bala.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México ya inició una carpeta de investigación para esclarecer los hechos. Las autoridades manejan como principal línea de investigación un posible ajuste de cuentas relacionado con deudas por la venta de narcóticos en la zona. Hasta el momento, no hay personas detenidas por este crimen.
Este multihomicidio no es un caso aislado en Coacalco. En los últimos meses, el municipio ha sido escenario de desapariciones, principalmente de mujeres y menores de edad, así como de otros actos violentos. La comunidad ha expresado su preocupación por la falta de seguridad y la impunidad que parece prevalecer.
Testigos señalaron que los responsables huyeron rápidamente tras cometer el ataque. Algunos relatos mencionan que los agresores usaron armas de alto calibre, lo que evidencia la gravedad de la violencia en la región. La ausencia de detenidos refuerza la percepción de inseguridad entre los habitantes.
La tragedia ha generado indignación entre los vecinos, quienes exigen mayor presencia policial y acciones concretas para frenar la ola de violencia. La Colonia Rinconada San Felipe, al norte del Valle de México, se suma a la lista de zonas afectadas por el crimen organizado en el Estado de México.
Las autoridades han prometido no dejar el caso en la impunidad, pero los resultados de las investigaciones aún son inciertos. Mientras tanto, la comunidad de Coacalco vive con miedo, atrapada en una realidad donde la violencia parece no tener fin.
Este tipo de eventos subraya la urgencia de abordar los problemas de inseguridad en el municipio. La falta de avances en la captura de los responsables solo agrava la desconfianza hacia las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.
Coacalco, como otros puntos del Estado de México, enfrenta un desafío mayúsculo para garantizar la seguridad de sus habitantes. La tragedia de esta familia es un recordatorio de que la violencia sigue siendo una herida abierta en la región.

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Violencia sin freno en Coacalco: sicarios ejecutan a familia entera dentro de su hogar
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