Un devastador accidente aéreo sacudió la ciudad de Ahmedabad, India, cuando un vuelo de Air India se estrelló contra una residencia universitaria, dejando un saldo de al menos 271 víctimas fatales. Entre las historias de pérdida y dolor, destaca la de Ravi Thakor, un cocinero que trabajaba en el comedor de la residencia y que ahora busca desesperadamente a su madre y a su hija de dos años, quienes están desaparecidas tras el impacto.
El accidente ocurrió el jueves, apenas minutos después de que el Boeing 787, con destino a Londres, despegara del aeropuerto de Ahmedabad. El avión, que transportaba a 242 personas, se estrelló contra el edificio de la facultad de medicina, matando a 241 personas a bordo y a 29 en tierra. Solo un pasajero, Viswashkumar Ramesh, de 40 años, logró sobrevivir milagrosamente al escapar por una escotilla rota con heridas leves.
Ravi Thakor y su esposa Lalita habían salido del albergue apenas 30 minutos antes del accidente para repartir almuerzos. En ese momento, dejaron a su hija de dos años con su abuela, quien aún estaba cocinando en la residencia. Thakor relató que escuchó un fuerte estruendo, pensando inicialmente que se trataba de la explosión de una bombona de gas, pero pronto descubrió que el edificio donde estaban sus seres queridos estaba envuelto en llamas.
Desde el día del accidente, Thakor ha recorrido hospitales y depósitos de cadáveres en busca de su madre y su hija, sin encontrar rastro de ellas. La policía ha registrado el caso como personas desaparecidas, mientras la pareja espera un “segundo milagro”, inspirados por la increíble supervivencia del pasajero Ramesh. “Si alguien pudo salir con vida del avión, quizás mi madre y mi hija también estén a salvo”, expresó Thakor con visible angustia.
El único sobreviviente, Viswashkumar Ramesh, relató al diario Hindustan Times que apenas 30 segundos después del despegue se escuchó un fuerte ruido antes de que el avión se estrellara. Ramesh, quien viajaba de regreso al Reino Unido tras visitar a su familia, logró escapar con heridas leves y ahora se recupera en un hospital de Ahmedabad, bajo observación médica.
La tragedia ha conmocionado a la comunidad local y a las autoridades. El ministro del Interior de India, Amit Shah, visitó a Ramesh en el hospital y confirmó la magnitud del desastre. Mientras tanto, las familias de las víctimas, incluido Thakor, han proporcionado muestras de ADN para ayudar en la identificación de los restos, muchos de los cuales están irreconocibles debido a las quemaduras y mutilaciones.
La investigación sobre las causas del accidente está en curso. Las autoridades han recuperado las dos cajas negras del avión, que contienen datos sobre los ajustes del motor y las conversaciones en la cabina. Según expertos, este fue el primer accidente mortal de un Boeing 787 Dreamliner en 16 años de operación, lo que ha generado preguntas sobre la seguridad de la aeronave, que tenía 12 años de antigüedad.
Thakor, acompañado de su esposa Lalita, se aferra a la esperanza de encontrar a sus seres queridos. “Sabemos que las posibilidades son pocas, pero no perdemos la fe”, afirmó. La pareja permanece en las afueras de un hospital, esperando cualquier noticia que les devuelva a su familia o, al menos, les permita despedirse.
En medio del caos posterior al accidente, Thakor mencionó la posibilidad de que alguien haya rescatado a su hija en la confusión, aunque no hay indicios que lo confirmen. La policía continúa tratando el caso como un misterio, mientras la ciudad de Ahmedabad llora una de las peores tragedias aéreas de su historia.
La historia de Ravi Thakor refleja el dolor y la incertidumbre de muchas familias afectadas por esta tragedia. Mientras las autoridades avanzan en la identificación de las víctimas y la investigación del accidente, la comunidad internacional sigue de cerca este suceso que ha marcado un antes y un después en la aviación india.