El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, se mostró optimista tras reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional. Según el funcionario, ambos países están listos para una cooperación en seguridad “quizá más que nunca”. Pero en un contexto de violencia desbordada en México, las promesas suenan a poco para muchos.
La reunión, celebrada el pasado miércoles, tuvo como eje central el combate al crimen organizado. Landau destacó la disposición de ambos gobiernos para trabajar juntos contra los cárteles, un problema que afecta a México y Estados Unidos por igual. Sin embargo, la realidad en las calles mexicanas sigue siendo alarmante, con homicidios y desapariciones que no cesan.
Sheinbaum, por su parte, aprovechó el encuentro para expresar su rechazo a las redadas migratorias en Estados Unidos. Según la presidenta, estas acciones no solo afectan a los migrantes mexicanos, sino que también dañan la economía estadounidense. Su postura, aunque firme, no parece haber cambiado el rumbo de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump.
Landau también negó rumores sobre presiones de Estados Unidos para que México investigue a políticos ligados al narcotráfico. Aseguró que el tema no se tocó en la reunión, a pesar de reportes que sugerían lo contrario. Esta negativa genera dudas sobre la transparencia de las discusiones y los verdaderos objetivos de la visita del funcionario.
El encuentro sirvió para preparar la próxima visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aunque aún no hay fecha confirmada. Se espera que Rubio llegue acompañado de otros altos funcionarios para firmar acuerdos en materia de seguridad. Pero mientras los planes se gestan, la violencia en México no da tregua, con cárteles operando con impunidad en varias regiones.
Otro tema abordado fue la migración, un punto de fricción constante entre ambos países. Landau destacó que los flujos migratorios han disminuido desde que Trump asumió el poder, pero no mencionó las condiciones inhumanas que enfrentan muchos migrantes en la frontera. Sheinbaum, en cambio, defendió los derechos de los mexicanos en Estados Unidos, aunque sin anunciar medidas concretas.
El optimismo de Landau contrasta con la percepción de los ciudadanos mexicanos, quienes ven pocos avances en la lucha contra la inseguridad. Los índices de violencia siguen en niveles críticos, y la estrategia de “abrazos, no balazos” del gobierno de Morena no ha dado resultados claros. La promesa de mayor cooperación con Estados Unidos suena bien, pero falta ver si se traduce en acciones efectivas.
La relación entre México y Estados Unidos es clave para enfrentar retos comunes, pero las palabras de Landau y Sheinbaum no logran disipar las dudas. Mientras los gobiernos planean y negocian, las familias mexicanas siguen viviendo con miedo, atrapadas en un país donde la seguridad parece un objetivo cada vez más lejano.

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MÉXICO Y EU PROMETEN MÁS COOPERACIÓN EN SEGURIDAD, PERO ¿SERÁ SUFICIENTE?
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