La portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, acusó a Israel de causar la muerte de 45 niños y mujeres en una serie de bombardeos que han sacudido el país desde el viernes. Según las declaraciones oficiales, 75 personas más, entre ellas mujeres y niños, resultaron heridas en estos ataques.
El Ministerio de Salud de Irán reportó un total de 224 muertos y 1,257 heridos en todo el país debido a la ofensiva israelí. Estos números reflejan la intensidad de los bombardeos que han golpeado tanto infraestructuras militares como zonas civiles en la capital, Teherán, y otras regiones.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en la ciudad de Kermanshah, donde un hospital fue alcanzado por misiles israelíes. La agencia de noticias iraní Fars informó que varios pacientes resultaron heridos, aunque las autoridades aún no han proporcionado un balance oficial de víctimas en este ataque.
Mohajerani condenó los bombardeos, afirmando que demuestran que Israel no se limita a atacar objetivos militares, como ha declarado, sino que también golpea a civiles. La portavoz calificó estas acciones como una muestra de la “naturaleza brutal” del gobierno israelí.
Irán ha descrito la ofensiva como una “guerra impuesta”, un término que remite al conflicto con Irak en los años 80. Las autoridades iraníes aseguran que los ataques han dañado no solo instalaciones militares, sino también infraestructuras energéticas, civiles y nucleares.
En respuesta, Irán ha lanzado ocho oleadas de ataques contra Israel, causando la muerte de al menos 18 personas. Los bombardeos iraníes han activado sirenas antiaéreas en ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, dejando decenas de heridos y daños en zonas residenciales.
El conflicto ha escalado tensiones en la región, con Israel justificando sus ataques como una medida para frenar el programa nuclear iraní. Por su parte, Teherán ha prometido continuar su respuesta hasta que considere que ha contrarrestado la agresión.
La comunidad internacional observa con preocupación esta escalada de violencia. Países como Rusia y China han condenado los ataques israelíes, mientras que Estados Unidos ha negado cualquier participación directa, aunque Irán acusa a Washington de complicidad.
La situación sigue siendo volátil, con ambos países intercambiando amenazas y ataques. El gobierno iraní ha advertido que no negociará hasta completar su respuesta, mientras Israel promete continuar su ofensiva contra lo que considera amenazas a su seguridad.
Este conflicto, que ha roto décadas de enfrentamientos indirectos entre ambos países, plantea serios riesgos para la estabilidad en Oriente Medio, con consecuencias que podrían extenderse más allá de la región.