El Instituto Nacional Electoral aprobó la elección de los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero no sin controversia. En una sesión marcada por la división, la decisión se tomó con seis votos a favor y cinco en contra, evidenciando las tensiones en el proceso electoral.
A pesar de las irregularidades detectadas, como el uso de “acordeones” para orientar el voto y boletas manipuladas, el INE dio luz verde a los resultados. La autoridad electoral anuló la votación en 818 casillas de 25 estados, pero esto no impidió la validación de los comicios del 1 de junio.
Los nuevos ministros, que asumirán sus cargos el 1 de septiembre, son Hugo Aguilar Ortiz, Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Arístides Rodrigo Guerrero García y Sara Irene Herrerías Guerra. Hugo Aguilar, de origen mixteco, encabezará la Corte.
La ceremonia de entrega de constancias fue un momento histórico, al ser la primera vez que los ministros son elegidos por voto popular. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar, pues muchos señalaron la falta de filtros para garantizar la idoneidad de los candidatos.
El proceso electoral estuvo bajo el escrutinio público debido a las acusaciones de manipulación. Los “acordeones” promovidos por Morena, que sugerían nombres de candidatos afines, generaron un intenso debate sobre la transparencia de la elección.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, defendió la legalidad del proceso, asegurando que se respetó la voluntad ciudadana. No obstante, consejeros como Arturo Castillo pidieron no validar los comicios, argumentando prácticas antidemocráticas.
Claudia Sheinbaum celebró la elección como un “éxito histórico”, pero las sombras de duda persisten. Organizaciones y activistas han cuestionado si esta nueva Corte, influenciada por el oficialismo, podrá garantizar una justicia imparcial.
La participación ciudadana fue baja, con solo el 13% de los mexicanos acudiendo a las urnas. Además, se registraron más de 10 millones de votos nulos, reflejando el descontento de una parte de la población con el proceso.
La nueva Suprema Corte enfrentará el reto de recuperar la confianza ciudadana. Con perfiles ligados a Morena en la mayoría de los cargos, las críticas sobre la independencia del Poder Judicial no cesan.
Este hito marca el inicio de una transformación en el sistema judicial mexicano, pero también abre la puerta a cuestionamientos sobre su legitimidad. La sociedad espera que los nuevos ministros cumplan con las expectativas de justicia y honestidad.