El Instituto Nacional Electoral validó la elección del Tribunal de Disciplina Judicial, un proceso envuelto en polémica. Con una votación dividida, el organismo dio el visto bueno a los resultados, pero las acusaciones de irregularidades no se hicieron esperar. Los magistrados electos ya recibieron sus constancias, pero el proceso está lejos de generar confianza.
El Tribunal de Disciplina Judicial estará integrado por Cecilia Maya, Bernardo Bátiz, Verónica de Gyvez, Rufino León Tovar e Indira Isabel García Pérez. Estos nombres, según críticos, forman parte de un esquema orquestado para favorecer intereses políticos. La validación se logró con seis votos a favor de consejeros cercanos al oficialismo, lo que alimenta las sospechas de manipulación.
El consejero Martín Faz Mora denunció el llamado “efecto acordeón”, una estrategia donde las candidaturas ganadoras barrieron en todos los estados. Esta táctica, según Faz, garantizó el triunfo de los cinco magistrados electos, dejando en desventaja a otros aspirantes. La diferencia de votos entre el quinto lugar y el sexto fue de casi dos millones, un margen que muchos consideran sospechoso.
El “acordeón” no es un término nuevo en este proceso. En más de 22 mil casillas, se votó por hasta cuatro candidaturas de este grupo, y en casi 10 mil, por tres. Esto, según expertos, evidencia una coordinación que pone en duda la imparcialidad de la elección. Las críticas apuntan a una falta de transparencia en el proceso.
El INE, encabezado por Guadalupe Taddei, defendió la validez del proceso. Sin embargo, los votos en contra de cinco consejeros reflejan la división interna. Para muchos, esta validación es un paso más en la consolidación de un sistema judicial alineado con el gobierno actual, lo que genera preocupación entre sectores de la sociedad.
Los magistrados electos asumirán sus cargos el 1 de septiembre de 2025. Su función será investigar y sancionar faltas graves de jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, la sombra de la duda sobre su elección podría afectar la legitimidad de sus decisiones futuras.
Celia Maya, la más votada, presidirá el tribunal inicialmente. Le seguirán Verónica de Gyvez y Bernardo Bátiz en periodos rotatorios. Los tres son figuras asociadas al oficialismo, lo que intensifica las críticas sobre la independencia del nuevo órgano judicial.
La elección del Tribunal de Disciplina Judicial era una de las apuestas clave de la reforma judicial impulsada por Morena. Sin embargo, el proceso ha dejado más preguntas que respuestas. La sociedad mexicana sigue atenta a los siguientes pasos de este controversial cambio en el Poder Judicial.