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CANCILLER DE LA FUENTE Y MARCO RUBIO EN LLAMADA CLAVE ANTES DEL G7: ¿QUÉ ACUERDOS SE COCINAN?

El canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente sostuvo una conversación telefónica con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, justo antes de la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá. Este diálogo, que tuvo lugar el 15 de junio de 2025, se centró en temas clave de la agenda bilateral entre México y Estados Unidos, con un enfoque en migración, seguridad y cooperación económica. La Secretaría de Relaciones Exteriores destacó que la llamada fue un paso más en el seguimiento de los acuerdos establecidos entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente estadounidense Donald Trump.
La conversación abordó la necesidad de reducir la migración irregular, un tema que ha dominado las discusiones entre ambos países. De la Fuente enfatizó la postura de México de mantener un diálogo directo, pero siempre con respeto a la soberanía nacional. Este punto ha sido un pilar en la política exterior del gobierno de Sheinbaum, quien ha insistido en que cualquier cooperación con Estados Unidos debe basarse en la igualdad y el respeto mutuo.
Por su parte, Marco Rubio destacó la importancia de promover la prosperidad económica en la región. Según fuentes del Departamento de Estado, el secretario estadounidense subrayó que trabajar juntos en temas como el comercio y la seguridad fronteriza es fundamental para ambos países. La cumbre del G7, que reúne a las principales economías del mundo, sirvió como un contexto estratégico para esta llamada, ya que México busca fortalecer su posición en el escenario global.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha enfrentado críticas por su manejo de las relaciones con Estados Unidos, especialmente tras las recientes tensiones por políticas migratorias y aranceles. La llamada entre De la Fuente y Rubio se produce en un momento en que México intenta evitar medidas económicas drásticas, como los aranceles del 25 por ciento propuestos por Trump. Este diálogo sugiere un esfuerzo por mantener canales de comunicación abiertos, aunque los resultados concretos aún están por verse.
La Secretaría de Relaciones Exteriores también desmintió rumores sobre supuestas solicitudes de Estados Unidos para investigar o extraditar a funcionarios mexicanos, como reportó la agencia Reuters. Este tipo de especulaciones han generado controversia, alimentando la percepción de que el gobierno mexicano podría ceder ante presiones externas. Sin embargo, De la Fuente reiteró que México no aceptará imposiciones que comprometan su autonomía.
En el marco de la cumbre del G7, México busca proyectarse como un actor relevante en la arena internacional. La conversación con Rubio incluyó referencias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que De la Fuente defendió como un pilar para la estabilidad económica de la región. La revisión de este acuerdo, programada para los próximos meses, será un tema crucial en las negociaciones bilaterales.
La cooperación en seguridad también estuvo sobre la mesa. Ambos funcionarios discutieron acciones conjuntas para combatir el tráfico de fentanilo y armas, un problema que ha tensado las relaciones bilaterales. México ha desplegado 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte, una medida que Rubio reconoció como un esfuerzo significativo para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
A pesar de los avances en el diálogo, persisten las dudas sobre la capacidad del gobierno de Sheinbaum para manejar las demandas de la administración Trump. Las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente estadounidense, que incluyen deportaciones masivas y la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, han generado preocupación en México. La llamada entre De la Fuente y Rubio es un intento por mitigar estas tensiones, pero el camino hacia acuerdos duraderos parece lleno de obstáculos.
El canciller mexicano también aprovechó la conversación para destacar el liderazgo de México en la región. Según De la Fuente, el país está preparado para enfrentar los retos globales, apoyándose en una política exterior que combine diálogo y firmeza. Este mensaje busca contrarrestar las críticas internas que acusan al gobierno de Morena de ser demasiado complaciente con Estados Unidos.
La reunión del G7, que comenzó el 16 de junio de 2025, será un escenario clave para observar cómo México posiciona sus intereses frente a las grandes potencias. Mientras tanto, la llamada entre De la Fuente y Rubio marca el inicio de una etapa de negociaciones intensas, donde el gobierno mexicano deberá demostrar si puede equilibrar la cooperación con la defensa de su soberanía.

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