La Ciudad de México se encuentra bajo una preocupante alerta naranja debido a las intensas lluvias y la posible caída de granizo que azotan a la capital. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil activó esta medida en 11 de las 16 alcaldías, dejando en claro la gravedad de la situación climática.
Las demarcaciones en mayor riesgo son Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco. En estas zonas, se esperan precipitaciones de entre 30 y 49 milímetros, acompañadas de granizo y fuertes vientos.
En las cinco alcaldías restantes, Benito Juárez, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y Venustiano Carranza, se emitió una alerta amarilla por lluvias de menor intensidad. Sin embargo, las autoridades advierten que incluso en estas áreas los habitantes deben tomar precauciones.
El pronóstico señala que estas condiciones son causadas por la onda tropical número 3, que afecta al Valle de México. Las lluvias podrían generar encharcamientos, inundaciones y deslaves, especialmente en zonas urbanas con drenaje insuficiente.
Las autoridades capitalinas han sido claras en su mensaje: la población debe extremar precauciones. Se recomienda evitar salir de casa si no es necesario, mantenerse lejos de postes, cables eléctricos y árboles que puedan caer, y estar atentos a los canales oficiales de información.
La situación se complica con la posibilidad de que las lluvias persistan en los próximos días. Según el Servicio Meteorológico Nacional, la formación de la tormenta tropical Erick podría intensificar las precipitaciones hasta el miércoles 19 de junio.
Este panorama pone a prueba, una vez más, la capacidad de respuesta de las autoridades locales. Los habitantes de las alcaldías afectadas enfrentan el reto de lidiar con un sistema de drenaje que, en muchos casos, no está preparado para lluvias de esta magnitud.
Mientras tanto, la ciudadanía espera que las medidas preventivas sean suficientes para evitar daños mayores. La capital permanece en alerta, con la esperanza de que el temporal no deje consecuencias graves en las zonas más vulnerables.