Un juez del Estado de México ha dictado prisión preventiva justificada contra Antonio María Cabrera Cabrera, sacerdote de los Legionarios de Cristo, acusado de violación sexual reiterada contra un menor. Los hechos, que han conmocionado a la opinión pública, habrían ocurrido entre 2004 y 2011, cuando la víctima tenía entre 6 y 13 años.
Cabrera, quien fuera director de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac Norte, fue detenido el pasado 11 de junio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México al llegar de un viaje internacional. La captura se llevó a cabo por agentes de la Policía de Investigación mexiquense, quienes lo trasladaron al penal de Barrientos en Tlalnepantla.
La juez Paulina Piña Pérez, de control de Tlalnepantla, determinó la prisión preventiva al considerar que existe riesgo de fuga por parte del imputado. Durante la audiencia inicial, se estableció un plazo de 72 horas para resolver su situación jurídica, con una nueva audiencia programada para el 17 de junio.
El caso ha generado indignación debido a la gravedad de las acusaciones. Según la imputación, Cabrera habría cometido múltiples agresiones sexuales contra el menor, identificado como PZF, en diversas ocasiones, incluyendo en el propio hogar de la víctima. Los hechos denunciados ocurrieron en fechas específicas: 16 de mayo de 2004, 28 de abril de 2007 y 24 de diciembre de 2011.
La víctima, ahora de 28 años, vive fuera de México y enfrenta secuelas psiquiátricas derivadas de los abusos. Su madre, en su momento, alertó a los Legionarios de Cristo sobre el riesgo de que Cabrera pudiera tener otras víctimas, pero recibió una respuesta que ha sido calificada de insensible: un miembro de la congregación en el Vaticano le habría dicho que “debe haber sido una atracción muy puntual hacia su hijo”.
Daniel Beltrán Moctezuma, representante legal de los Legionarios de Cristo, defendió a Cabrera en la audiencia, argumentando que el sacerdote padece problemas de salud y tiene arraigo, por lo que no representaría un riesgo de fuga. Sin embargo, la juez desestimó estos argumentos y mantuvo la medida cautelar.
Los Legionarios de Cristo emitieron un comunicado en el que aseguran estar comprometidos con la justicia y la protección de menores. Indicaron que colaborarán con las autoridades para esclarecer los hechos, aunque afirmaron no haber recibido información oficial previa a la detención. También señalaron que apoyarán la resolución final, ya sea para cumplir una sentencia condenatoria o para restituir la reputación de Cabrera si resulta absuelto.
El sacerdote, cercano al polémico fundador de los Legionarios, Marcial Maciel, ha sido señalado en un contexto donde la congregación enfrenta múltiples acusaciones de abuso. Este caso reaviva el debate sobre la impunidad en instituciones religiosas y la protección de víctimas de delitos sexuales.
La audiencia del 17 de junio será clave para determinar si Cabrera será vinculado a proceso. Mientras tanto, permanece en el penal de Barrientos, donde la sociedad espera que se haga justicia ante las graves acusaciones que enfrenta.
Este caso pone en el centro de la discusión la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y sanción contra el abuso infantil, un problema que sigue afectando a miles de víctimas en el país.