Las alarmas antiaéreas resonaron en Israel a las 11:12 de la noche, hora local, marcando el inicio de una nueva ofensiva iraní. Esta es la quinta oleada de misiles lanzada por Irán en represalia a los ataques israelíes en su territorio, intensificando un conflicto que mantiene a la región al borde de una crisis mayor.
Desde la madrugada del viernes, Israel ha estado en estado de emergencia tras iniciar bombardeos contra infraestructuras militares iraníes, incluyendo sistemas de defensa aérea y almacenes de misiles balísticos. Irán respondió con fuerza, lanzando hasta el momento cuatro andanadas de aproximadamente 200 misiles y dos ataques con 200 drones contra suelo israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron la detección de los misiles iraníes y aseguraron estar trabajando para interceptarlos. Sin embargo, advirtieron a la población que las defensas no son infalibles, instándolos a permanecer en refugios hasta que la amenaza pase. Los colegios y espacios públicos en Israel permanecen cerrados ante el riesgo constante.
El saldo de esta escalada es devastador. En Irán, más de 100 personas han perdido la vida debido a los ataques israelíes, mientras que en Israel se reportan tres víctimas mortales por los misiles iraníes. Las autoridades de ambos países mantienen un discurso de confrontación, sin señales de desescalada.
En Tel Aviv y otras ciudades clave, las sirenas han obligado a los ciudadanos a buscar refugio. Videos en redes sociales muestran explosiones en el cielo, resultado de las intercepciones de los sistemas de defensa como la Cúpula de Hierro. Sin embargo, algunos proyectiles han impactado, causando daños materiales y heridos.
El gobierno iraní, por su parte, ha justificado sus ataques como una respuesta a lo que considera agresiones contra su soberanía. Mientras tanto, Israel insiste en que sus operaciones buscan neutralizar amenazas nucleares y militares de Irán, incluyendo la eliminación de altos mandos de la Guardia Revolucionaria.
La comunidad internacional observa con preocupación. El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para abordar la crisis, mientras líderes mundiales piden contención para evitar un conflicto regional de mayor escala. Estados Unidos ha apoyado a Israel en la intercepción de misiles, aunque no participa directamente en acciones ofensivas.
La tensión entre ambos países no es nueva, pero esta serie de ataques directos marca un punto crítico. La población en Israel vive bajo constante alerta, mientras que en Irán los bombardeos han generado indignación y promesas de más represalias. La región permanece en vilo ante lo que podría ser el próximo capítulo de este enfrentamiento.
La situación sigue desarrollándose, con reportes de nuevas oleadas de drones y misiles en camino. Mientras tanto, los habitantes de ambas naciones enfrentan el miedo y la incertidumbre, atrapados en un ciclo de violencia que parece lejos de resolverse.