La madrugada de este domingo, Irán desató una nueva oleada de ataques aéreos contra Israel, marcando la sexta ofensiva en respuesta a los bombardeos israelíes contra el país persa. Los misiles impactaron en puntos clave como Tel Aviv y Jerusalén, dejando edificios dañados y provocando incendios en varias zonas. Este intercambio de ataques intensifica un conflicto que mantiene al mundo en alerta.
Los bomberos israelíes reportaron impactos en al menos dos edificios en el distrito de Dan, donde se encuentra Tel Aviv, y un impacto directo en el distrito de Jerusalén. También se registraron incendios en la región central que rodea la ciudad. Las autoridades expresaron preocupación por posibles víctimas atrapadas bajo los escombros, especialmente en un edificio de ocho plantas al sur de Tel Aviv.
El conflicto comenzó el viernes, cuando Israel lanzó un ataque preventivo contra instalaciones nucleares y militares iraníes, argumentando que el programa nuclear de Irán representa una amenaza existencial. Desde entonces, Irán ha respondido con múltiples oleadas de misiles, causando al menos seis muertes en Tamra, tres cerca de Haifa y tres en Tel Aviv, además de decenas de heridos.
Israel, por su parte, no ha detenido su ofensiva. Durante la noche del sábado, aviones israelíes atacaron objetivos en Teherán, incluyendo un depósito de combustible en Shahran y una planta de gas en la provincia de Busher. Estos bombardeos han generado críticas internacionales, con países como Turquía y Rusia condenando las acciones de Israel por violar el derecho internacional.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada bélica. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a ambas naciones a cesar las hostilidades, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instó a una solución diplomática para evitar una crisis regional mayor. Sin embargo, las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos parecen estancadas tras estos eventos.
Estados Unidos, aunque apoya logísticamente a Israel en la intercepción de misiles, ha negado participación directa en los ataques. El presidente Donald Trump afirmó que un acuerdo nuclear con Irán aún es posible, pero advirtió que cualquier ataque contra objetivos estadounidenses enfrentaría una respuesta militar sin precedentes.
En Israel, las alarmas antiaéreas resonaron durante la noche, obligando a la población a buscar refugio. El aeropuerto de Ben Gurión en Tel Aviv permanece cerrado, y varias aerolíneas han suspendido sus vuelos en la región. Jordania, Líbano y Siria reabrieron sus espacios aéreos, pero la tensión persiste.
El saldo humano en Israel incluye al menos 10 muertes confirmadas hasta el sábado, con más de 140 heridos. En Irán, los ataques israelíes han dejado más de un centenar de muertos, incluyendo civiles, comandantes militares y científicos nucleares, según el embajador iraní ante la ONU.
La situación sigue siendo volátil, con ambos países en alerta máxima. Los analistas advierten que, sin una intervención diplomática efectiva, el conflicto podría derivar en una guerra regional de consecuencias impredecibles.
Mientras tanto, la población en Tel Aviv y Jerusalén vive momentos de incertidumbre, con sirenas y explosiones marcando el ritmo de un enfrentamiento que no parece tener un fin cercano.