La alcaldesa de Meoqui, Miriam Soto, ha salido a desmentir los rumores sobre un posible cierre de la planta de Heineken en el municipio, a pesar de la severa crisis hídrica que afecta a Chihuahua. La funcionaria, ligada a Morena, aseguró que la cervecera continuará operando sin interrupciones, aunque no aclaró cómo enfrentarán la escasez de agua que ha golpeado la región.
La planta de Heineken en Meoqui es una de las más modernas de la empresa en México, diseñada con tecnología que promete un uso eficiente del agua. Sin embargo, la crisis hídrica ha encendido las alarmas en la zona, donde la sequía ha reducido drásticamente los recursos disponibles para la población y la industria.
Soto afirmó que la empresa ha implementado medidas para mitigar el impacto de la escasez, aunque no detalló cuáles son estas acciones. La declaración llega en un momento en que la ciudadanía exige claridad sobre cómo las grandes empresas, como Heineken, manejan los recursos naturales en un contexto de emergencia ambiental.
La crisis hídrica en Chihuahua no es un problema nuevo. Los acuíferos de la región han sido sobreexplotados durante años, y la falta de lluvias ha agravado la situación. Comunidades locales han denunciado que las industrias, incluidas las cerveceras, consumen grandes cantidades de agua, lo que pone en riesgo el acceso al líquido para los habitantes.
A pesar de las críticas, Miriam Soto insistió en que la planta de Heineken es clave para la economía de Meoqui. Según la alcaldesa, la cervecera genera cientos de empleos directos e indirectos, lo que la convierte en un pilar para el desarrollo del municipio. Sin embargo, no mencionó planes concretos para garantizar un equilibrio entre la operación industrial y las necesidades de la población.
Organizaciones ambientalistas han cuestionado la gestión del agua en la región, señalando que las autoridades locales y estatales no han implementado políticas efectivas para enfrentar la sequía. La presencia de Heineken, una de las mayores consumidoras de agua en la zona, sigue siendo un punto de controversia.
En un intento por calmar las preocupaciones, Soto destacó que Heineken ha invertido en tecnologías sustentables, como sistemas de reciclaje de agua. Sin embargo, estas afirmaciones han sido recibidas con escepticismo por parte de los habitantes, quienes demandan mayor transparencia sobre el impacto real de la planta en los recursos hídricos.
La alcaldesa también aprovechó para destacar el compromiso de su administración con el desarrollo económico, pero evitó abordar directamente las críticas sobre la falta de soluciones a largo plazo para la crisis hídrica. Esto ha generado dudas sobre si las prioridades de su gobierno están realmente alineadas con las necesidades de la población.
Mientras tanto, la planta de Heineken en Meoqui sigue operando a plena capacidad, según lo declarado por la empresa. La cervecera ha reafirmado su compromiso con México, destacando que no planea cerrar ninguna de sus instalaciones en el país, a pesar de los retos ambientales.
La situación en Meoqui refleja un problema más amplio en Chihuahua y otras regiones del norte de México, donde la escasez de agua pone en jaque la convivencia entre las grandes industrias y las comunidades locales. La declaración de Miriam Soto, lejos de cerrar el debate, ha avivado las preguntas sobre cómo se gestionarán los recursos en el futuro.