A las 12:00 del mediodía, hora del centro de México, Dalila se encontraba a 335 kilómetros al oeste-suroeste de Playa Pérula, Jalisco, y a 420 kilómetros al oeste-suroeste de Manzanillo, Colima. Con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora y rachas de hasta 100, el ciclón se mueve hacia el oeste-noroeste a 15 kilómetros por hora, según el Servicio Meteorológico Nacional.
A pesar de que la tormenta se aleja de las costas, su circulación sigue causando estragos. Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán enfrentan lluvias de fuertes a intensas, acompañadas de vientos y oleaje elevado. Las autoridades advierten que estas condiciones podrían extenderse, afectando la vida diaria de miles de personas.
En Acapulco, Guerrero, los daños son evidentes. La tormenta dejó restaurantes y techos de edificios colapsados, árboles caídos, calles inundadas y deslaves en avenidas principales. Este puerto, ya golpeado por huracanes como Otis en 2023 y John en 2024, suma ahora más afectaciones a su infraestructura.
Chiapas también reporta pérdidas. En Tapachula, un joven colombiano murió tras ser arrastrado por las corrientes mientras intentaba destapar una coladera. Este trágico incidente refleja los peligros de las lluvias intensas y la falta de preparación en algunas zonas.
Michoacán, Colima y otros estados del sur han registrado daños materiales. Las autoridades han habilitado refugios para la población afectada, mientras se espera que las condiciones mejoren conforme Dalila se aleje. Sin embargo, las lluvias persisten, manteniendo en alerta a las comunidades.
La temporada de huracanes 2025, que comenzó el 15 de mayo con el ciclón Alvin, sigue activa. México espera hasta 37 ciclones con nombre en los océanos Atlántico y Pacífico, de los cuales cinco podrían impactar directamente al país. Este pronóstico mantiene a las autoridades en vigilancia constante.
En Guerrero, la Guardia Nacional activó el Plan DN-III-E para atender las afectaciones. Las imágenes de Acapulco muestran la magnitud del desastre, con negocios destruidos y embarcaciones hundidas por el fuerte oleaje. Los pescadores deberán esperar mejores condiciones para recuperar sus pertenencias.
El Servicio Meteorológico Nacional, en coordinación con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, mantiene zonas de vigilancia en las costas de Michoacán y Jalisco. Aunque Dalila se debilita, las lluvias intensas y el riesgo de deslaves o inundaciones persisten en varias regiones.
La población debe permanecer atenta a los avisos oficiales y tomar precauciones. Las autoridades reiteran la importancia de evitar cruces de ríos crecidos y estar preparados para evacuaciones en caso de ser necesario, mientras el país enfrenta los retos de esta temporada de huracanes.