Este domingo 15 de junio, miles de colombianos se reunirán en varias ciudades del país para participar en la Gran Marcha del Silencio, una movilización convocada por líderes políticos y precandidatos presidenciales en respuesta al atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. La marcha busca condenar la creciente violencia política que azota a Colombia y defender los valores de la democracia y la libertad.
El pasado 7 de junio, Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial del partido Centro Democrático, fue víctima de un atentado en Bogotá, donde recibió tres disparos por la espalda durante un acto de campaña en el barrio Modelia. Actualmente, Uribe permanece en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe, aunque los reportes médicos recientes indican indicios de mejoría neurológica y estabilización hemodinámica.
La senadora Paloma Valencia, también del Centro Democrático, fue una de las principales voces en la convocatoria de esta marcha. En sus declaraciones, afirmó que los violentos no determinarán el destino de Colombia y llamó a los ciudadanos a unirse sin importar su ideología o afiliación política. La movilización, según Valencia, es un mensaje claro de resistencia contra el terrorismo y la violencia.
La Gran Marcha del Silencio también responde a una serie de ataques violentos en el suroeste del país. Apenas un día antes de la convocatoria, al menos ocho personas perdieron la vida en 24 ataques con explosivos y hostigamientos armados en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, según informaron las autoridades. Estos hechos han intensificado la preocupación por la seguridad en la región.
Vicky Dávila, precandidata presidencial alineada con la derecha, destacó la importancia de esta marcha como un acto de unidad. En sus palabras, Colombia no se arrodillará ante el terrorismo, y la movilización será una muestra de valentía y compromiso con la democracia. Dávila instó a todos los colombianos a salir a las calles para exigir paz y justicia.
La marcha hace referencia a un evento histórico liderado por Jorge Eliécer Gaitán en 1948, cuando miles de personas se manifestaron en silencio para pedir paz al entonces presidente Mariano Ospina. Trágicamente, Gaitán fue asesinado dos días después. Este precedente resuena en la convocatoria actual, que busca enviar un mensaje de unidad frente a la violencia.
En Bogotá, la marcha comenzará a las 9 de la mañana en el Parque Nacional y culminará en la Plaza de Bolívar. Se espera que las movilizaciones se repliquen en al menos 18 ciudades, incluyendo Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla y Bucaramanga, entre otras. La convocatoria ha sido respaldada por diversos partidos políticos, como el Partido Conservador, Cambio Radical y La U.
Efraín Cepeda, presidente del Senado, expresó su apoyo a la marcha y subrayó que Colombia siempre ha sabido sobreponerse a los criminales. Para Cepeda, esta movilización es una oportunidad para reafirmar el compromiso con la vida y la seguridad de todos los colombianos, en un momento de profunda polarización política.
Juan Manuel Galán, otro líder político, también se sumó a la iniciativa, destacando la necesidad de rechazar la violencia política y solidarizarse con las víctimas de los recientes ataques en Cauca, Valle del Cauca y Norte de Santander. Galán enfatizó que la marcha es un llamado a la unidad para proteger la democracia.
La Gran Marcha del Silencio se presenta como un acto de resistencia pacífica ante los desafíos que enfrenta Colombia. En un contexto de creciente inseguridad y tensiones políticas, esta movilización busca enviar un mensaje contundente: los colombianos están decididos a construir un futuro en paz, sin ceder ante la violencia.

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Gran Marcha del Silencio en Colombia para rechazar la ola de violencia política
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