Irán enfrenta una tragedia sin precedentes tras una serie de ataques aéreos israelíes que dejaron al menos 90 muertos en siete provincias del país. Los bombardeos, iniciados en la madrugada del viernes, alcanzaron objetivos estratégicos como instalaciones nucleares, bases militares y el aeropuerto de Mehrabad en Teherán.
Entre los sitios atacados destacan las plantas de enriquecimiento de uranio de Fordó y Natanz, fundamentales para el programa nuclear iraní. Según reportes, Israel también golpeó la refinería de gas South Pars, una de las más grandes del mundo, provocando un incendio que paralizó su producción.
La capital iraní, Teherán, vivió momentos de caos con explosiones iluminando el cielo nocturno. Videos difundidos por agencias locales mostraron sistemas de defensa antiaérea intentando repeler los proyectiles, mientras los vuelos en todo el país fueron cancelados indefinidamente.
En la provincia de Azerbaiyán Oriental, al menos 31 personas perdieron la vida y 55 resultaron heridas, según medios iraníes. Tabriz, su capital, fue uno de los puntos más afectados por los bombardeos matutinos, que incluyeron una refinería de petróleo.
Un edificio residencial en Teherán fue devastado, dejando 60 víctimas, incluidos 29 niños, en uno de los ataques más mortales. Las autoridades iraníes han calificado los bombardeos como un acto de agresión contra civiles y prometen una respuesta contundente.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, condenó los ataques y aseguró que Israel enfrentará un “destino amargo”. Por su parte, el presidente Masud Pezeshkian prometió una réplica que hará “arrepentirse” al gobierno de Benjamín Netanyahu.
Israel justificó los ataques, argumentando que el programa nuclear iraní representa una amenaza existencial. Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron haber golpeado más de 150 objetivos, incluyendo bases militares y centros de mando.
En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos contra Tel Aviv, causando al menos tres muertos y decenas de heridos. La escalada de violencia ha encendido las alarmas internacionales, con líderes mundiales pidiendo contención para evitar un conflicto regional mayor.
La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de las relaciones entre ambos países. Las conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, previstas para este domingo en Omán, fueron canceladas tras los ataques.
La situación en Oriente Medio permanece tensa, con el riesgo de una guerra abierta cada vez más latente. Los bombardeos han dejado un saldo devastador y una región al borde del colapso, mientras las potencias buscan una solución diplomática.