La industria maquiladora de Ciudad Juárez enfrenta un duro golpe. Dos importantes empresas, Marelli y Lacroix, han confirmado su cierre y salida de la ciudad, dejando a miles de trabajadores en la incertidumbre. Estas compañías, especializadas en el sector automotriz, han decidido trasladar sus operaciones a otros países, según informó Isela Molina, presidenta de Canacintra Juárez.
No solo Marelli y Lacroix están de salida. Otras dos maquiladoras, Lear y una empresa china del sector electrónico, están evaluando abandonar Juárez. Lear planea mudarse a Honduras, mientras que la compañía china podría trasladarse a Vietnam. Aunque estas salidas aún no están confirmadas, la posibilidad ha encendido las alarmas en la región.
El entorno para la industria local se complica cada vez más. Factores como la incertidumbre jurídica, el aumento al salario mínimo y la reducción de la jornada laboral están ahuyentando a las empresas. Estos cambios, impulsados por políticas nacionales, han generado un clima poco favorable para la inversión extranjera en Juárez.
La falta de certidumbre jurídica es un problema clave. Las empresas necesitan estabilidad para operar, pero las reformas recientes han generado dudas sobre las reglas del juego. Esto, sumado a los retos geopolíticos y arancelarios, hace que Ciudad Juárez pierda atractivo frente a otros países con costos laborales más bajos.
El aumento al salario mínimo, aunque beneficia a los trabajadores, ha incrementado los costos para las maquiladoras. Muchas de estas empresas operan con márgenes ajustados, y el encarecimiento de la mano de obra las empuja a buscar alternativas en mercados como Honduras o Vietnam, donde los sueldos son más competitivos.
La reducción de la jornada laboral también juega un papel importante. Aunque la medida busca mejorar la calidad de vida de los empleados, para las maquiladoras representa una disminución en la productividad. Esto, en un contexto de alta competencia global, pone en desventaja a las fábricas instaladas en Juárez.
Isela Molina no especificó fechas exactas para las salidas de las empresas, pero el impacto ya se siente. La pérdida de estas maquiladoras podría traducirse en miles de empleos menos para la ciudad, afectando no solo a los trabajadores, sino también a la economía local que depende de la industria manufacturera.
Ciudad Juárez, conocida por ser un polo industrial clave en México, enfrenta ahora el desafío de recuperar su competitividad. Mientras las autoridades locales y nacionales no logren revertir esta tendencia, el riesgo de que más empresas abandonen la ciudad seguirá creciendo, dejando un futuro incierto para miles de familias juarenses.