En un caso que pone en evidencia la grave crisis de inseguridad en la región, Juan Manuel R. I., alias “El Papi”, fue sentenciado a 150 años de cárcel por el secuestro de tres migrantes en Chihuahua. El sujeto, detenido en mayo de 2023, exigía un rescate de 30 mil dólares a los familiares de las víctimas, quienes se encontraban en situación de movilidad.
Las autoridades de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) lograron capturar al delincuente en flagrancia mientras custodiaba a los migrantes secuestrados. Gracias a la rápida intervención, las tres víctimas fueron rescatadas con vida, poniendo fin a su calvario.
El Tribunal Oral determinó que este delito de alto impacto merecía una condena ejemplar. Además de los 150 años de prisión, Juan Manuel R. I. deberá pagar una multa de 800 mil pesos y cubrir la reparación del daño moral por el trauma psicológico causado a las víctimas.
Este caso destapa la alarmante situación de violencia que enfrentan los migrantes en su paso por México. Grupos criminales aprovechan la vulnerabilidad de estas personas para extorsionarlas, privarlas de su libertad y someterlas a tratos inhumanos.
La Fiscalía General del Estado, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional, ha intensificado sus esfuerzos para combatir este tipo de delitos. Entre enero y mayo de 2025, se desarticularon 13 bandas de secuestradores, con un total de 60 personas detenidas.
Sin embargo, la cifra de secuestros en Chihuahua sigue siendo preocupante. En 2023, se registraron 160 víctimas de secuestro, todas migrantes, y en 2024 la cifra aumentó a 181. En lo que va de 2025, al menos 60 personas han sido víctimas, la mayoría en Ciudad Juárez.
La profesionalización de los grupos criminales en el secuestro de migrantes refleja una preocupante evolución del crimen organizado. Las autoridades señalan que el cierre de la frontera de Estados Unidos ha reducido el tráfico de personas, empujando a estos grupos a recurrir al secuestro como fuente de ingresos.
A pesar de los operativos, la inseguridad en la región no cede. Los migrantes, en su búsqueda de una vida mejor, enfrentan cada vez mayores riesgos, atrapados entre políticas migratorias estrictas y la violencia de los delincuentes.
Este caso pone en el reflector la urgencia de políticas efectivas para proteger a los migrantes y combatir la impunidad. La sentencia de “El Papi” es un paso, pero la crisis de inseguridad en Chihuahua está lejos de resolverse.