Una camioneta robada en Abasolo fue recuperada en Irapuato, pero el caso destapa una vez más la ola de violencia que azota a Guanajuato. Los hechos ocurrieron el 11 de junio, cuando hombres armados despojaron a una mujer de su vehículo y la privaron de su libertad por un breve periodo.
La víctima circulaba en su camioneta por Abasolo cuando un grupo armado la interceptó. Bajo amenazas, la obligaron a acompañarlos mientras conducían el vehículo robado hacia Irapuato. La situación escaló rápidamente, mostrando la audacia de los delincuentes en plena luz del día.
Ya en Irapuato, en la comunidad Rancho Nuevo de Dolores, los asaltantes abandonaron la camioneta y a la mujer. Sin embargo, no se detuvieron ahí. En su huida, interceptaron a otra conductora en la avenida Abasolo, despojándola de su vehículo para continuar su escape.
La primera víctima, afortunadamente, resultó ilesa, pero el terror vivido no se borra fácilmente. La segunda camioneta robada sigue sin ser localizada, y los responsables permanecen prófugos. Este doble robo refleja la falta de control en las carreteras guanajuatenses.
La Policía Municipal de Irapuato reaccionó tras recibir reportes al 911. En conjunto con autoridades de los tres niveles de gobierno, confirmaron los hechos y recuperaron la primera camioneta abandonada. Sin embargo, no se reportan detenciones, lo que genera indignación entre los habitantes.
Este incidente no es aislado. Guanajuato vive un repunte de robos violentos y asaltos en carreteras, dejando a los ciudadanos en constante temor. La falta de estrategias efectivas por parte de las autoridades estatales es cada vez más evidente.
Vecinos de las zonas afectadas expresaron su preocupación. La cercanía de estos hechos con comunidades donde familias transitan a diario aumenta la percepción de inseguridad. Los habitantes exigen mayor presencia policial y medidas concretas para frenar la delincuencia.
Casos como este subrayan la urgencia de atender el problema de la violencia en el estado. Mientras los delincuentes actúan con impunidad, la ciudadanía queda a merced de una inseguridad que no da tregua.