En las pintorescas calles de San Miguel de Allende, Guanajuato, un grupo de ciudadanos estadounidenses se unió a una protesta global contra las políticas migratorias de Donald Trump. La manifestación, que tuvo lugar frente a la Agencia Consular de Estados Unidos en Plaza La Luciérnaga, reunió a cerca de 200 personas, muchas de ellas extranjeras radicadas en esta ciudad colonial.
Con pancartas en mano, los manifestantes expresaron su rechazo a las medidas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense. Frases como “No dictator, no King Impeach & Imprison” y “Ningún humano es ilegal” destacaban en los carteles, algunos con mensajes escritos a mano y otros con dibujos que mostraban a Trump como payaso o a la Estatua de la Libertad avergonzada.
La protesta, conocida como “No Kings Day”, coincidió con el cumpleaños número 79 de Trump y se sumó a movilizaciones en más de 20 ciudades de Estados Unidos. A diferencia de otras manifestaciones, como la de Los Ángeles, donde se reportaron enfrentamientos con la policía, en San Miguel de Allende el ambiente fue pacífico, acompañado de música y camaradería.
Un participante compartió en redes sociales su entusiasmo por el evento, destacando la creatividad de los carteles y la música de guitarra de Crystal Calderoni, que amenizó la jornada. Según este testimonio, la protesta dejó un sentimiento de optimismo entre los asistentes, quienes reafirmaron su compromiso con la defensa de los derechos humanos.
La comunidad extranjera en San Miguel de Allende, conocida por su vibrante escena cultural, mostró su solidaridad con los migrantes afectados por las políticas de Trump. Los manifestantes subrayaron que su mensaje busca rechazar el discurso de odio y promover la inclusión en un mundo cada vez más dividido.
El evento transcurrió sin incidentes, sin presencia de granaderos ni despliegues policiales. Los organizadores destacaron la importancia de mantener la calma y el respeto, logrando un espacio de diálogo y resistencia pacífica en una ciudad que se ha convertido en un refugio para muchos expatriados.
San Miguel de Allende, reconocida por su riqueza cultural y su ambiente bohemio, se convirtió por un día en un escenario de activismo internacional. La protesta refleja el sentir de una comunidad que, aunque vive fuera de su país, no permanece indiferente ante las decisiones políticas que impactan a millones.
Esta manifestación es un recordatorio de cómo las comunidades globales pueden unirse para alzar la voz contra políticas que consideran injustas. En un entorno de creciente polarización, San Miguel de Allende se posiciona como un lugar donde la resistencia pacífica y la creatividad van de la mano.