En un ambiente cargado de pasión futbolística, pero también de tensión social, la Selección Mexicana debutó con una victoria de 3-2 frente a República Dominicana en la Copa Oro 2025, celebrada en el SoFi Stadium de Inglewood, California. Sin embargo, el encuentro estuvo marcado por algo más que el fútbol: las protestas de aficionados mexicanos contra las recientes redadas migratorias en Los Ángeles.
Miles de seguidores del Tri se dieron cita en el estadio, a pesar del temor generado por las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la ciudad. Las gradas del SoFi Stadium, con capacidad para 70 mil personas, lucieron una entrada aceptable, con cerca de 50 mil aficionados, aunque muchos optaron por no asistir ante el riesgo de detenciones.
Fuera del estadio, un grupo de aficionados mexicanos expresó su descontento con las políticas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump. Las manifestaciones, que incluyeron pancartas y cánticos, se llevaron a cabo en las inmediaciones del recinto, exigiendo un alto a las redadas que han generado miedo en las comunidades latinas de California.
Las redadas, que comenzaron días antes del partido, han provocado una ola de incertidumbre en Los Ángeles, una ciudad con una fuerte presencia mexicana. Según reportes, las detenciones masivas han afectado a cientos de personas, lo que llevó a algunos grupos de animación, como Pancho Villa’s Army, a cancelar sus eventos previos al juego por seguridad.
A pesar del contexto, los aficionados que asistieron al SoFi Stadium no dejaron de apoyar al Tri. El partido, aunque sufrido, terminó con una victoria que dio un respiro a la Selección Mexicana en el arranque del torneo. Sin embargo, el ambiente en las tribunas no fue el habitual, con menos cánticos y una atmósfera de cautela.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció un día antes del encuentro, pidiendo una “tregua futbolera” al gobierno estadounidense para que los aficionados pudieran disfrutar del partido sin temor a redadas. Sus declaraciones buscaban calmar los ánimos y garantizar un ambiente seguro para los connacionales en Los Ángeles.
El impacto de las redadas no solo se sintió en el estadio, sino también en la economía local. Negocios de comida y comercios en áreas latinas reportaron una baja en sus ventas, comparable a los peores momentos de la pandemia. La comunidad migrante, temerosa, ha reducido sus salidas, afectando el dinamismo de la ciudad.
El Consulado de México en Los Ángeles y la Federación Mexicana de Fútbol emitieron un comunicado conjunto, instando a los aficionados a disfrutar del partido con pasión, pero en paz. Además, la Secretaría de Relaciones Exteriores habilitó líneas de emergencia para apoyar a los migrantes en caso de detenciones.
A pesar de las dificultades, algunos aficionados aprovecharon el encuentro para mostrar su orgullo mexicano. Después del partido, un grupo se reunió fuera del estadio para bailar y celebrar, demostrando que el espíritu del fútbol sigue vivo, incluso en tiempos complicados.
La Copa Oro 2025 continuará con México enfrentando a Costa Rica y Surinam en las próximas semanas, en Arlington y Las Vegas. Sin embargo, la sombra de las redadas migratorias sigue presente, dejando en claro que el fútbol, en esta ocasión, es mucho más que un juego.