En un lamentable incidente en Salamanca, Guanajuato, la pequeña Dulce Victoria, de apenas 10 años, permanece desaparecida tras caer al río Lerma la tarde del jueves 12 de junio. La menor jugaba con un amigo de 11 años en la comunidad de El Pitayo cuando ambos cayeron al agua de manera accidental. Mientras el niño logró aferrarse a unas ramas y fue rescatado, Dulce fue arrastrada por la corriente.
Desde las primeras horas del viernes, un operativo de búsqueda se puso en marcha para localizar a la niña. Elementos del Cuerpo de Bomberos, Protección Civil y ocho buzos, junto con ciudadanos voluntarios, comenzaron a rastrear la zona a las 8:40 de la mañana. La operación se concentra en el área cercana al puente del libramiento, donde se estableció un puesto de mando para coordinar los esfuerzos.
El director de Seguridad Pública de Salamanca, Juan Pablo Ramírez, explicó que se manejan tres posibles versiones del accidente. La primera señala que los menores tropezaron cerca del río. La segunda sugiere que cayeron desde un árbol. La tercera, descartada por la familia, indica que intentaron nadar. La tía de Dulce aseguró que la niña le tenía miedo al agua, lo que hace improbable esta última teoría.
El rescate del menor de 11 años fue un esfuerzo heroico. José Ignacio Mendoza, un policía municipal, se lanzó al río sin saber nadar para salvar al niño, quien se aferraba desesperadamente a unas ramas. Aunque el pequeño fue atendido y trasladado a una unidad médica, la búsqueda de Dulce no ha dado resultados hasta el momento, generando angustia entre sus seres queridos.
Andrea, tía de Dulce, describió a la menor como una niña obediente y tranquila, estudiante de cuarto grado en la escuela primaria Pemex. La familia, devastada, permanece en la orilla del río, esperando noticias. Andrea expresó su esperanza de que los buzos encuentren pronto a su sobrina, ya sea para traerla de vuelta con vida o para darle un cierre digno.
El operativo de búsqueda cuenta con el apoyo de una lancha que recorre más de 400 metros del río desde el punto donde se presume que Dulce cayó. Las autoridades han indicado que los trabajos continuarán durante el día, pero se suspenderán al anochecer por la seguridad de los buzos. La coordinación está a cargo de Protección Civil Estatal.
La comunidad de El Pitayo, donde vivía Dulce, está conmocionada. Vecinos y voluntarios se han unido a la búsqueda, mostrando solidaridad en medio de la tragedia. El río Lerma, conocido por su fuerte corriente, representa un desafío para los rescatistas, quienes no pierden la esperanza de encontrar a la menor.
La familia de Dulce ha pedido a la comunidad unirse en oración por la niña. La incertidumbre y el dolor se sienten en cada rincón de Salamanca, mientras todos esperan un desenlace que traiga paz a sus corazones. Las labores de búsqueda se reanudarán con la primera luz del sábado, con la esperanza de hallar respuestas.

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Tragedia en Salamanca: Niña de 10 años desaparece tras caer al río Lerma
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