La Presa El Palote, ubicada en el corazón del Parque Metropolitano de León, enfrenta una situación alarmante. A pesar de las recientes lluvias, su nivel de agua se mantiene en un crítico 27%, equivalente a 2,587,544 metros cúbicos, según datos del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL). Este embalse, vital para la región, no logra recuperarse como se esperaba.
Las lluvias de las últimas semanas han traído un leve alivio, elevando el nivel de agua desde un preocupante 6% a principios de junio hasta el 27% actual. Sin embargo, este incremento está lejos de ser suficiente para garantizar la estabilidad del ecosistema local o el suministro de agua en las colonias del norte de la ciudad.
Un problema aún más grave acompaña esta situación: la contaminación. Las corrientes de los ríos Sardaneta, Los Castillos y La Patiña han arrastrado toneladas de basura hacia la presa, convirtiéndola en un depósito de desechos. Latas, botellas, plásticos y otros residuos han inundado el embalse, afectando su calidad y el entorno natural.
El personal del Parque Metropolitano y el Sistema Integral de Aseo Público (SIAP) han trabajado arduamente para retirar 1.8 toneladas de basura tras las recientes inundaciones. Sin embargo, la magnitud del problema requiere una acción más contundente y una mayor responsabilidad ambiental por parte de la población.
A pesar de las expectativas por la temporada de lluvias, que apenas comienza, el panorama no es del todo optimista. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reporta una nula probabilidad de lluvia para este 13 de junio en León, lo que sugiere que el nivel de la presa no cambiará en el corto plazo.
La Presa El Palote no solo enfrenta problemas de capacidad, sino también un impacto directo en la biodiversidad. Este cuerpo de agua es hogar de cientos de especies, incluidas aves migratorias, que dependen de él para sobrevivir. La sequía y la contaminación amenazan su hábitat, poniendo en riesgo el equilibrio ecológico.
En años anteriores, la presa ha tocado fondo, llegando a secarse por completo en 2024. Aunque las lluvias de mayo y junio de 2025 han permitido una recuperación parcial, el embalse está lejos de alcanzar su capacidad máxima de 10 millones de metros cúbicos.
Las autoridades locales han señalado que la temporada de lluvias, que se espera se extienda hasta agosto, podría traer mejoras. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada y la acumulación de basura en los ríos que alimentan la presa complican esta posibilidad.
La situación ha afectado también a las comunidades cercanas. Los pescadores, que antes dependían de la presa para su sustento, han recibido apoyo económico del Ayuntamiento de León debido a la imposibilidad de trabajar por los bajos niveles de agua.
La Presa El Palote es un reflejo de los desafíos ambientales que enfrenta León. La combinación de sequía, contaminación y falta de acción coordinada pone en evidencia la necesidad de políticas más efectivas para proteger este valioso recurso natural.