En un golpe contundente contra la delincuencia, autoridades estatales y federales ejecutaron un cateo en la comunidad de San Bartolo de Berrios, en San Felipe, Guanajuato, que dejó al descubierto un arsenal de armas y equipo táctico presuntamente utilizado por grupos criminales.
El operativo, coordinado por las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y agentes del Ministerio Público, se llevó a cabo tras obtener una orden judicial por delitos contra la salud, en un domicilio que funcionaba como centro de operaciones delictivas.
Entre lo decomisado se encuentran cinco fusiles de alto calibre, incluyendo dos armas largas calibre 7.62×39 mm, un fusil calibre .223 mm y otro tipo 5.56 mm, además de 13 cargadores y 371 cartuchos útiles, suficientes para sostener enfrentamientos prolongados.
También se aseguraron 225 cartuchos calibre 7.62×39 mm, 146 cartuchos calibre .223 mm, chalecos balísticos con placas, cascos tácticos, botas negras y una fornitura, elementos que apuntan a la preparación de los delincuentes para actividades violentas.
Un hallazgo alarmante fue el decomiso de 41 ponchallantas metálicos con puntas afiladas, herramientas diseñadas para sabotear persecuciones policiales, lo que evidencia la peligrosidad de los grupos que operan en la región.
Además, las autoridades encontraron dos mantas con leyendas, un vehículo con reporte de robo emitido el 25 de abril de 2025 en Apaseo el Grande y tres casquillos percutidos de distintos calibres, que ya están bajo investigación.
Este operativo expone, una vez más, la grave situación de inseguridad que enfrenta Guanajuato, donde el crimen organizado sigue armándose y operando con impunidad, desafiando a las autoridades locales y federales.
La falta de estrategias efectivas para contener la violencia en el estado queda en evidencia con decomisos como este, que, aunque significativos, no logran frenar la ola de delitos que afecta a las comunidades.
A pesar de la magnitud del aseguramiento, no se reportaron detenciones, lo que genera dudas sobre la capacidad de las autoridades para desmantelar por completo las redes criminales que operan en San Felipe.
Este cateo, calificado como histórico por su impacto, pone en el centro del debate la urgencia de reforzar la seguridad en Guanajuato, un estado que sigue siendo uno de los más violentos del país.