La Comisión Nacional Bancaria y de Valores ha tomado el control de la Sociedad Financiera Popular CAME tras descubrir graves irregularidades contables y una insolvencia financiera que pone en riesgo el dinero de más de un millón de ahorradores. La intervención, anunciada el 13 de junio de 2025, busca proteger los intereses de los clientes de esta institución, que desde hace meses enfrenta serios problemas operativos.
CAME, conocida formalmente como Consejo de Asistencia al Microemprendedor, ha sido clasificada en la categoría 4 del Nivel de Capitalización, lo que indica una pérdida significativa de capital y una situación de insolvencia crítica. Esta situación ha encendido las alarmas entre los ahorradores, quienes desde marzo no han podido acceder a sus recursos, generando incertidumbre y preocupación.
La CNBV ha señalado que las irregularidades detectadas incluyen fallos en la contabilidad y la falta de reportes financieros desde diciembre del año pasado. Estas omisiones han impedido una supervisión adecuada, lo que llevó al regulador a suspender las operaciones de CAME para evitar mayores perjuicios a los usuarios.
El Fondo de Protección de la CNBV garantiza los ahorros de los clientes hasta un monto equivalente a 25,000 UDIS, aproximadamente 212,000 pesos por persona. Sin embargo, esta cobertura podría no ser suficiente para muchos ahorradores que confiaron sumas mayores a esta institución, creada para apoyar a sectores marginados de la banca tradicional.
La intervención de CAME recuerda el caso de Ficrea, otra sociedad financiera popular que colapsó hace una década por un fraude masivo. En aquel entonces, miles de ahorradores perdieron sus recursos, y las acciones legales contra el regulador no prosperaron, lo que genera dudas sobre la efectividad de las medidas actuales.
Desde marzo, CAME cerró varias de sus sucursales físicas y dejó de proporcionar información financiera, lo que agravó la desconfianza. Las visitas de supervisión realizadas por la CNBV en los últimos meses confirmaron las irregularidades, lo que derivó en la decisión de intervenir la entidad el pasado 9 de junio.
El Banco de México reportó recientemente un aumento en la morosidad del sector de las sociedades financieras populares, lo que refleja un panorama complicado para estas instituciones. A pesar de esto, la CNBV asegura que el sistema financiero mexicano sigue siendo sólido y que la intervención de CAME es un caso aislado.
La intervención de CAME pone de manifiesto los retos que enfrentan las sociedades financieras populares, diseñadas para atender a poblaciones excluidas del sistema bancario tradicional. La falta de transparencia y los problemas financieros de CAME han dejado a miles de ahorradores en la incertidumbre, esperando respuestas sobre el futuro de sus ahorros.
La CNBV ha indicado que los ahorradores afectados están siendo atendidos por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros. Sin embargo, la opacidad en el proceso y la gravedad de la situación han generado críticas sobre la supervisión del sector financiero.
Este caso resalta la importancia de fortalecer la regulación y supervisión de las sociedades financieras populares para evitar que los ahorradores, especialmente los más vulnerables, queden desprotegidos ante situaciones de insolvencia e irregularidades como las detectadas en CAME.