Una nueva tragedia sacude al municipio de Tultepec, Estado de México, tras la explosión de un polvorín clandestino que dejó un saldo de una persona fallecida y tres heridas. El incidente ocurrió en la comunidad de Santa Isabel, en un inmueble donde se fabricaba pirotecnia sin las medidas de seguridad adecuadas.
El estallido se registró el pasado 14 de junio alrededor de las 18:00 horas, generando una fuerte onda expansiva que alarmó a los habitantes de la zona. Según reportes iniciales, el lugar no contaba con los permisos necesarios de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que pone en evidencia la falta de regulación en la producción de fuegos artificiales en el municipio.
Elementos de Protección Civil, bomberos y la Guardia Nacional acudieron de inmediato al lugar para controlar el incendio y atender a las víctimas. Los heridos fueron trasladados al Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango, donde reciben atención médica por quemaduras de diversa gravedad.
Este es el segundo incidente de este tipo en Tultepec en menos de una semana. Apenas el 11 de junio, otra explosión en la zona de La Saucera dejó un muerto y nueve heridos, lo que ha encendido las alertas sobre la inseguridad en el manejo de pirotecnia en la región.
Tultepec es conocido como la capital de la pirotecnia en México, pero esta actividad ha traído consigo múltiples tragedias. A pesar de los esfuerzos por regular los talleres, los accidentes son recurrentes, exponiendo la vulnerabilidad de los trabajadores y los habitantes cercanos.
Las autoridades locales han acordonado la zona para evitar riesgos adicionales, mientras que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México inició una investigación para determinar las causas del siniestro. Vecinos reportaron que el estruendo fue tan fuerte que se sintió como un sismo en las comunidades aledañas.
La falta de acción efectiva por parte de las autoridades para prevenir estos incidentes ha generado indignación entre los habitantes. Muchos señalan que los talleres clandestinos operan sin supervisión adecuada, poniendo en peligro vidas y propiedades.
Este nuevo accidente revive el debate sobre la necesidad de implementar medidas más estrictas para la fabricación y almacenamiento de pirotecnia. La población exige respuestas claras y acciones concretas para evitar que estas tragedias se repitan.
Mientras tanto, las familias de las víctimas enfrentan el dolor de la pérdida y la incertidumbre sobre la recuperación de los heridos. La comunidad de Tultepec permanece en alerta, a la espera de que las autoridades tomen medidas para garantizar su seguridad.
La tragedia de Santa Isabel es un recordatorio de los riesgos que persisten en una actividad que, aunque es parte de la identidad de Tultepec, sigue cobrando vidas debido a la falta de controles efectivos.