El Papa León XIV hizo un urgente llamado a la responsabilidad y la razón para detener los enfrentamientos entre Israel e Irán, que han intensificado las tensiones en Medio Oriente. Durante una audiencia jubilar en la Basílica de San Pedro, el pontífice expresó su profunda preocupación por la deteriorada situación en la región.
El mensaje del Papa se centró en la necesidad de evitar amenazas que pongan en riesgo la existencia de cualquier nación. Nadie debe jamás amenazar la vida de otro, afirmó, instando a todos los países a promover la reconciliación y soluciones que garanticen seguridad y dignidad para todos.
El conflicto entre Israel e Irán se agravó tras un ataque israelí con drones contra una refinería en el yacimiento de gas South Pars, el mayor del mundo, ubicado en el golfo Pérsico. Este bombardeo paralizó la producción de 12 millones de metros cúbicos diarios, según medios iraníes.
En respuesta, Irán lanzó misiles contra Tel Aviv y Jerusalén, dejando víctimas civiles y daños estructurales. El intercambio de ataques ha generado temores de una escalada bélica mayor, con el riesgo de involucrar a otras potencias y desestabilizar aún más la región.
León XIV subrayó la importancia de un diálogo sincero y respetuoso para construir una paz duradera. Hizo un llamado a liberar al mundo de la amenaza nuclear, un tema que ha cobrado relevancia ante las acusaciones de Israel sobre un supuesto programa secreto de armas nucleares en Irán, algo que este país niega.
El pontífice, conocido por su tono mesurado y reflexivo, leyó su mensaje en italiano desde un texto preparado, marcando un contraste con la espontaneidad de su predecesor, Francisco. Su postura refleja la tradición de la Santa Sede de abogar por la diplomacia y la no violencia.
El Papa también destacó la justicia, la fraternidad y el bien común como pilares para resolver conflictos. Su exhortación se dirige no solo a los líderes de Israel e Irán, sino a la comunidad internacional, urgiendo a trabajar en conjunto por un mundo más seguro.
Este pronunciamiento ocurre en un momento crítico, tras la muerte de altos funcionarios iraníes en los ataques israelíes y las represalias posteriores. La voz de León XIV busca ser un faro de esperanza en medio de un panorama global marcado por la incertidumbre y la violencia.