Seis clubes de la Liga de Expansión MX mantienen una batalla legal contra la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y la Liga MX. Su exigencia: el regreso del sistema de ascenso y descenso, suspendido desde 2020. Equipos como Cancún FC, Leones Negros, Morelia, Atlético La Paz, Venados y Mineros han llevado su lucha al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), acusando a la FMF de frenar el desarrollo del fútbol nacional.
La controversia ha escalado hasta el Senado de la República. El senador Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano, ha tomado la bandera de esta causa. Argumenta que el fútbol es un asunto de interés público y que la suspensión del ascenso y descenso es una medida antideportiva. Según Castañeda, esta decisión desincentiva la competencia y afecta el desarrollo de jugadores, entrenadores y árbitros.
La FMF, por su parte, sostiene que el ascenso nunca ha estado cerrado. Aseguran que el sistema está abierto para los clubes que cumplan con los requisitos de certificación. Sin embargo, solo dos equipos, Atlante y Leones Negros, han logrado esta certificación. La Federación insiste en que ha invertido más de mil 100 millones de pesos en los clubes de la Liga de Expansión, pero los equipos denunciantes no ceden en su postura.
El conflicto tomó un giro cuando la FMF confirmó la suspensión de un subsidio de 20 millones de pesos anuales a los clubes que presentaron la demanda. Esta medida ha sido vista como una represalia por parte de los equipos afectados, quienes aseguran que la decisión busca silenciar sus reclamos. La tensión entre ambas partes sigue creciendo.
Los clubes de la Liga de Expansión argumentan que la ausencia de ascenso y descenso limita sus posibilidades de crecimiento. Sin la oportunidad de competir por un lugar en la Liga MX, enfrentan dificultades para cerrar acuerdos comerciales y de transmisión. Además, señalan que el fútbol mexicano se ha convertido en un negocio que favorece solo a los clubes de primera división.
Castañeda ha prometido llevar el tema al Congreso. Aunque no está claro si será mediante una iniciativa o un exhorto, el senador asegura que tanto la Cámara de Senadores como la de Diputados analizarán el caso. Su objetivo es garantizar una competencia justa y transparente en el fútbol mexicano, desde los jugadores hasta la afición.
Mientras tanto, los seis clubes restantes se mantienen firmes en su demanda ante el TAS. En una reciente conferencia de prensa, dejaron claro que no se dejarán intimidar. Acusan a la FMF de concentrar el poder en figuras como Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, y de permitir prácticas como la multipropiedad, que consideran contrarias al espíritu deportivo.
La resolución del TAS podría ser clave para el futuro del fútbol mexicano. Si los clubes logran su objetivo, el sistema de ascenso y descenso podría regresar para la temporada 2025-26. Sin embargo, la intervención del Senado plantea riesgos, ya que la FIFA prohíbe la injerencia gubernamental en las federaciones de fútbol, lo que podría derivar en sanciones para la FMF.
El debate está lejos de terminar. Los aficionados, jugadores y clubes esperan una solución que devuelva la emoción y la justicia deportiva al fútbol mexicano. Por ahora, la pelota está en la cancha del TAS y, sorpresivamente, también en el Congreso.