En Chihuahua, un grupo de personas con discapacidad alzó la voz para denunciar que fueron dejadas fuera de los programas de apoyo del gobierno. La indignación creció tras descubrir que, a pesar de los anuncios oficiales, muchos no recibieron la ayuda económica que les corresponde.
La Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, un programa federal, promete entregar 3 mil 200 pesos bimestrales a quienes viven con discapacidad permanente. Sin embargo, en Chihuahua, los beneficiarios aseguran que el proceso de registro es confuso y excluyente, dejando a muchos sin acceso al apoyo.
Organizaciones locales han señalado que la falta de módulos de atención en zonas rurales agrava el problema. Las personas con discapacidad que viven lejos de la capital enfrentan barreras para tramitar su solicitud, desde el costo del transporte hasta la falta de información clara.
Además, los solicitantes denuncian que los requisitos son excesivamente estrictos. Por ejemplo, el certificado de discapacidad emitido por la Secretaría de Salud no siempre es fácil de obtener, especialmente para quienes no tienen acceso a servicios médicos especializados.
El gobierno estatal, encabezado por el PAN, ha sido criticado por no coordinarse efectivamente con el programa federal. Los afectados aseguran que las autoridades locales no han hecho lo suficiente para garantizar que los apoyos lleguen a todos los que los necesitan.
A nivel federal, el programa ha sido promocionado como un esfuerzo para garantizar los derechos de las personas con discapacidad. Sin embargo, las quejas en Chihuahua reflejan una desconexión entre las promesas de la Secretaría de Bienestar y la realidad en las comunidades.
La situación ha generado protestas en la capital del estado, donde los excluidos exigen respuestas. Algunos han acudido al Congreso local para demandar que se revisen los criterios de asignación y se amplíe la cobertura del programa.
La exclusión de estos apoyos no solo afecta la economía de las personas con discapacidad, sino también su calidad de vida. Sin recursos, muchos enfrentan dificultades para cubrir gastos médicos, transporte o necesidades básicas.
Mientras las autoridades prometen soluciones, la incertidumbre persiste. Los afectados en Chihuahua esperan que sus voces sean escuchadas y que los apoyos lleguen pronto a quienes más los necesitan.
La problemática en Chihuahua pone en evidencia los retos de los programas sociales en México. La falta de coordinación y las barreras burocráticas siguen siendo un obstáculo para que las políticas públicas beneficien a los más vulnerables.