La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, encabezó el inicio de obras en el pueblo de San Miguel Ajusco, en la alcaldía Tlalpan, bajo el programa “Obras son Amores para la Transformación”. Acompañada de su gabinete y la alcaldesa local, Gabriela Osorio, la morenista prometió una renovación urbana que, según ella, cambiará la vida de los habitantes.
El programa incluye la colocación de luminarias LED, la reparación de baches y la creación de murales en fachadas a través de la iniciativa Yólotl Anáhuac. Brugada también anunció la rehabilitación de una cancha deportiva en San Miguel Ajusco, la primera de 100 que planea intervenir de cara al Mundial de Futbol 2026.
La mandataria destacó que estas acciones buscan mejorar la imagen urbana y garantizar servicios básicos como el abasto de agua potable. Sin embargo, los problemas de agua en Tlalpan no son nuevos, y los vecinos han expresado escepticismo sobre si estas promesas se cumplirán o quedarán en discursos.
En el evento, la secretaria de Salud, Nadine Gasman, informó que se instaló una feria de salud para ofrecer servicios como vacunación, asesorías de nutrición y oftalmología. También se proporcionará vacunación para animales de compañía, una medida que busca atender a las comunidades más vulnerables.
José Mario Esparza, titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua, aseguró que 127 pipas han sido enviadas a la zona para paliar la crisis hídrica. No obstante, reconoció que la solución definitiva requiere mesas de trabajo en los próximos días, lo que genera dudas sobre la efectividad inmediata de estas acciones.
Héctor Ulises García, de la Secretaría de Movilidad, y Raúl Basurto, de Obras y Servicios, también participaron, destacando mejoras en el transporte público y la instalación de luminarias. Ambos enfatizaron que este es un “gobierno de territorio, no de escritorio”, aunque la frase suena más a eslogan que a una garantía de resultados.
Brugada aprovechó para anunciar que la siguiente jornada será en Santo Tomás Ajusco, sugiriendo que su administración mantendrá un ritmo constante de trabajo. Sin embargo, críticos señalan que estas iniciativas podrían ser parte de una estrategia mediática para fortalecer su imagen rumbo a futuros eventos políticos.
La alcaldesa Gabriela Osorio expresó su agradecimiento a Brugada, pero no mencionó plazos concretos ni presupuestos detallados para las obras. Esto alimenta las sospechas de que el programa podría carecer de un plan sólido a largo plazo.
Mientras el gobierno capitalino presume estas acciones, los habitantes de Tlalpan esperan resultados tangibles. La historia de promesas incumplidas en la Ciudad de México hace que muchos se pregunten si “Obras son Amores” será una transformación real o solo un capítulo más en la larga lista de anuncios espectaculares.