En un acto que desafía las creencias populares, 72 parejas en Chihuahua decidieron unir sus vidas en matrimonio este viernes 13, una fecha tradicionalmente asociada con la mala suerte. Lejos de temerle a las supersticiones, estas parejas convirtieron el día en una celebración del amor.
El Registro Civil de Chihuahua reportó una jornada más concurrida de lo habitual, ya que los viernes suelen ser los días preferidos para casarse. Este viernes 13 no fue la excepción, con las oficialías trabajando a pleno para formalizar las uniones de decenas de enamorados.
Entre las historias destacadas está la de Ana Ortega y Gibrán Gutiérrez, quienes, tras cinco años y siete meses de noviazgo, sellaron su compromiso en las oficinas centrales del Registro Civil. Para ellos, la fecha no representa ningún mal augurio, sino una oportunidad para demostrar que el amor es más fuerte que cualquier mito.
Ana Ortega compartió su perspectiva con entusiasmo, asegurando que el viernes 13 no tiene nada de temido para ellos. Su decisión de casarse en junio, justo en esta fecha, fue más bien una cuestión práctica, pero también un símbolo de su confianza mutua.
Otras ocho parejas se unieron a Ana y Gibrán en la misma ceremonia, todas con la convicción de que las supersticiones no tienen lugar en sus planes de vida. Para muchos, el viernes 13 se convirtió en un día memorable por las razones correctas.
La tradición de asociar el viernes 13 con la mala suerte tiene raíces culturales profundas, desde eventos religiosos hasta la numerología. Sin embargo, estas parejas chihuahuenses demostraron que las creencias no siempre dictan las decisiones del corazón.
El ambiente en el Registro Civil fue de alegría y celebración, con familias y amigos acompañando a los novios en su día especial. Las oficialías, acostumbradas a jornadas intensas los viernes, manejaron la carga de trabajo con eficiencia.
Historias como la de Ana y Gibrán inspiran a otros a dejar atrás los temores infundados y a celebrar el amor sin importar la fecha. Este viernes 13, Chihuahua fue testigo de cómo el compromiso y la felicidad pueden romper cualquier superstición.
La elección de casarse en un día considerado “de mala suerte” también refleja un cambio en las actitudes hacia las tradiciones. Para estas parejas, lo importante no es el día, sino el compromiso que están dispuestas a asumir.
El viernes 13 de 2025 quedará marcado en la memoria de estas 72 parejas como el inicio de una nueva etapa, demostrando que el amor siempre encuentra la manera de brillar, incluso en las fechas más inesperadas.