En un nuevo episodio que pone en evidencia la creciente ola de inseguridad, dos cámaras de la Plataforma Centinela fueron vandalizadas en el municipio de Ignacio Zaragoza, Chihuahua. El acto, ocurrido en la madrugada del pasado 12 de junio, refleja la audacia de los delincuentes en la región.
Según reportes, las cámaras, instaladas para reforzar la vigilancia en la zona, fueron dañadas intencionalmente, afectando los sistemas de conexión eléctrica y de red. Este no es un caso aislado, ya que otras cámaras de la misma plataforma han sido blanco de ataques similares en el estado.
El incidente tuvo lugar en una comunidad que ya ha enfrentado problemas de violencia en el pasado. Ignacio Zaragoza, un municipio rural, ha sido escenario de diversos actos delictivos que mantienen en alerta a sus habitantes. La destrucción de las cámaras agrava la situación, dejando a las autoridades sin herramientas clave para monitorear la seguridad.
Elementos de Seguridad Pública acudieron al lugar tras el reporte, pero los responsables lograron escapar. Hasta el momento, no se ha reportado la detención de los culpables, lo que genera preocupación entre los ciudadanos sobre la efectividad de las medidas de seguridad en la región.
La Plataforma Centinela, un proyecto impulsado por el gobierno estatal, busca fortalecer la vigilancia mediante tecnología avanzada. Sin embargo, los constantes actos vandálicos contra este sistema evidencian los retos que enfrentan las autoridades para garantizar su funcionamiento y proteger a la población.
Este nuevo ataque no solo representa un desafío logístico, sino que pone en duda la capacidad del gobierno para responder a la delincuencia. La ciudadanía de Ignacio Zaragoza exige respuestas y acciones concretas para frenar la inseguridad que parece no dar tregua.
Mientras tanto, las autoridades locales han anunciado que se realizarán investigaciones para dar con los responsables. Sin embargo, la falta de avances inmediatos en este caso y en otros similares genera un sentimiento de frustración entre los habitantes de la zona.
La situación en Ignacio Zaragoza es un reflejo de un problema más amplio en Chihuahua, donde la violencia y los actos delictivos continúan afectando la tranquilidad de las comunidades. La vandalización de las cámaras es solo una muestra más de los retos que enfrenta el estado en materia de seguridad.
La ciudadanía espera que las autoridades no solo repongan las cámaras dañadas, sino que implementen estrategias efectivas para prevenir futuros ataques. La inseguridad no puede seguir ganando terreno en Ignacio Zaragoza ni en ninguna otra parte de Chihuahua.