El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sostuvieron una llamada telefónica este viernes, horas después de que Israel lanzara un ataque preventivo contra instalaciones nucleares y militares en Irán. La conversación, descrita como fluida por fuentes cercanas, se centró en la escalada del conflicto en Medio Oriente y las posibles repercusiones globales.
Israel justificó su ofensiva como una medida para frenar el programa nuclear iraní, que según el gobierno de Netanyahu ha avanzado significativamente en los últimos meses. El Ministerio de Defensa israelí afirmó que el ataque fue preciso y basado en inteligencia de alta calidad, dirigido a objetivos estratégicos en Teherán y otras zonas del país.
Por su parte, Irán respondió con el lanzamiento de más de 100 misiles balísticos contra Israel, según la Guardia Revolucionaria iraní. Las autoridades israelíes reportaron impactos en Tel Aviv y otras ciudades, con servicios de emergencia atendiendo múltiples sitios afectados. La población israelí fue puesta bajo alerta extrema, con restricciones a reuniones públicas.
Trump, quien ha promovido negociaciones diplomáticas con Irán para limitar su programa nuclear, expresó previamente que no consideraba un ataque israelí como inminente. Sin embargo, tras los eventos de este viernes, el presidente estadounidense calificó la acción de Israel como una advertencia para que Teherán acepte un acuerdo antes de que la situación empeore.
El gobierno de Estados Unidos aclaró que no participó en los ataques y que su prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región. El secretario de Estado, Marco Rubio, enfatizó que Israel actuó de manera unilateral, aunque informó a Washington de sus intenciones, argumentando la necesidad de defenderse.
En Irán, las explosiones en Teherán y otras regiones han generado una fuerte reacción. La televisión estatal reportó daños en una planta de enriquecimiento de uranio y un complejo militar, mientras el nuevo comandante de la Guardia Revolucionaria prometió una respuesta contundente contra Israel.
La comunidad internacional observa con preocupación el riesgo de una escalada mayor. Analistas advierten que los ataques podrían desestabilizar aún más la región, especialmente tras la cancelación de una ronda de negociaciones nucleares programada para este domingo en Omán.
Netanyahu, en un discurso televisado, defendió la operación como una acción necesaria para la supervivencia de Israel, asegurando que los ataques continuarán si es necesario. Mientras tanto, Irán enfrenta un momento crítico, con su capacidad militar debilitada y presiones internas para responder con fuerza.
La Casa Blanca no ha detallado el contenido completo de la llamada entre Trump y Netanyahu, pero fuentes indican que el presidente estadounidense busca evitar un conflicto mayor mientras mantiene la presión sobre Irán para que ceda en las negociaciones nucleares.
Este enfrentamiento marca un nuevo capítulo en las tensiones entre Israel e Irán, con implicaciones que podrían extenderse más allá de Medio Oriente, afectando la estabilidad global y los mercados energéticos en las próximas semanas.