Tesla ha incrementado los precios de sus modelos en el mercado estadounidense, con un aumento de mil dólares para los Model S y Model X. Este ajuste, que eleva el costo del Model S a 84,990 dólares y del Model X a 89,990 dólares, refleja la estrategia de la compañía para mantenerse competitiva en un sector en constante evolución.
El anuncio llega en un momento de alta volatilidad para Tesla. Las acciones de la empresa han experimentado un repunte significativo, subiendo más de un 5% en los últimos días, según reportes de Wall Street. Este comportamiento positivo en el mercado bursátil ocurre a pesar de las recientes polémicas protagonizadas por su CEO, Elon Musk.
Musk, conocido por sus controvertidos comentarios en redes sociales, ha estado en el centro de la atención tras una disputa pública con el presidente Donald Trump. La tensión entre ambos se desató por diferencias en torno a un proyecto de ley presupuestaria que elimina subsidios para vehículos eléctricos, lo que generó una caída del 14% en las acciones de Tesla en un solo día la semana pasada.
Sin embargo, las disculpas públicas de Musk por algunos de sus comentarios han calmado las aguas. En un mensaje en la plataforma X, el empresario expresó arrepentimiento por sus publicaciones, lo que impulsó una recuperación del 2.1% en las acciones de Tesla en la preapertura del mercado, según analistas financieros.
El aumento de precios en los modelos de Tesla también responde a mejoras en la producción y a la incorporación de nuevas tecnologías en sus vehículos. La empresa ha destacado que los Model S y X cuentan ahora con actualizaciones que optimizan el aumento de precios en los modelos de Tesla también responde a mejoras en la producción y a la incorporación de nuevas tecnologías en sus vehículos. La empresa ha destacado que los Model S y X cuentan ahora con actualizaciones que optimizan su rendimiento y experiencia de conducción.
A pesar del optimismo en el mercado, Tesla enfrenta desafíos importantes. Las ventas de la compañía han caído en mercados clave como China y Europa, donde la competencia de fabricantes como BYD se intensifica. En el primer trimestre de 2025, Tesla entregó un 13% menos de vehículos en comparación con el año anterior, marcando su mayor descenso histórico.
Las controversias de Musk también han afectado la percepción de la marca. Su vinculación con políticas de derecha y su rol en el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump han generado protestas en Estados Unidos, incluyendo ataques a concesionarios de Tesla. Algunos propietarios han abandonado sus vehículos en señal de rechazo.
Aun así, Musk ha prometido centrarse en los avances tecnológicos de Tesla, especialmente en el desarrollo de su flota de robotaxis. Durante una reciente reunión con inversionistas, el CEO aseguró que el Cybercab, un vehículo autónomo sin volante ni pedales, entrará en producción en 2025, lo que ha renovado la confianza de algunos analistas.
El futuro de Tesla sigue siendo incierto, pero el repunte de sus acciones y el ajuste de precios demuestran que la compañía mantiene su capacidad de generar interés en el mercado. La pregunta es si Musk logrará equilibrar su controvertida imagen pública con los ambiciosos planes de Tesla para liderar la revolución de los vehículos eléctricos.