Tesla ha anunciado un aumento de 5 mil dólares en los precios de sus modelos S y X en Estados Unidos, una decisión que ha sorprendido al mercado tras la introducción de cambios menores en ambos vehículos. La berlina Model S ahora tiene un precio inicial de 84 mil 990 dólares, mientras que su versión de alto rendimiento Plaid alcanza los 99 mil 990 dólares. Por su parte, el SUV Model X parte de 89 mil 990 dólares, con la versión Plaid en 104 mil 990 dólares.
Entre las novedades de estos modelos se encuentran nuevos diseños de ruedas, una cámara adicional en el parachoques delantero y una luz ambiental dinámica en el interior. También se ha rediseñado la suspensión, buscando mejorar la experiencia de conducción. Sin embargo, expertos han calificado estas modificaciones como mínimas, lo que ha generado debate sobre si justifican el incremento de precio.
A pesar de las críticas, Tesla ha destacado que la versión Long Range del Model S ahora puede recorrer hasta 410 millas, equivalentes a 675 kilómetros, con una sola carga. Este dato refuerza el atractivo de la marca en un mercado cada vez más competitivo, donde la autonomía es un factor clave para los consumidores.
Las acciones de Tesla han mostrado una recuperación notable, subiendo un 2.1% en la preapertura del mercado tras las recientes declaraciones de Elon Musk. El CEO expresó arrepentimiento por algunos de sus comentarios en redes sociales durante una disputa pública con el presidente Donald Trump, lo que parece haber calmado a los inversionistas.
Esta subida en bolsa llega en un contexto complicado para la compañía. En el primer trimestre de 2025, Tesla reportó una caída del 13% en entregas de vehículos, con 337 mil unidades, el mayor descenso en su historia. La competencia con fabricantes como BYD, especialmente en China, ha intensificado la presión sobre la marca.
Elon Musk, además de liderar Tesla, ha estado envuelto en controversias por su rol en la administración Trump, como cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Sus decisiones, como recortes burocráticos, han generado protestas y hasta actos de vandalismo contra vehículos Tesla en Estados Unidos, afectando la imagen de la compañía.
A pesar de estos desafíos, Musk ha prometido un mayor enfoque en Tesla, incluyendo avances en su proyecto de robotaxis, que busca revolucionar el transporte autónomo. Analistas como Cathie Wood de ARK Invest ven un potencial de crecimiento a largo plazo, proyectando un valor de 2 mil 600 dólares por acción para 2030 si el proyecto despega.
Sin embargo, la competencia en el mercado eléctrico es feroz. Marcas como BYD han ganado terreno con precios más bajos y funciones avanzadas, mientras Tesla enfrenta críticas por no cumplir aún con sus promesas de conducción autónoma total. El reciente aumento de precios podría ser una apuesta arriesgada en este contexto.
El repunte de las acciones también se ha visto impulsado por factores externos, como una ganancia de 600 millones de dólares en bitcoin reportada por Tesla. Este movimiento financiero ha dado un respiro a la compañía, aunque los analistas advierten que su valoración sigue siendo alta en comparación con sus competidores.
Tesla se encuentra en una encrucijada: su tecnología sigue siendo líder, pero la sombra de las controversias de Musk y la creciente competencia podrían definir su futuro. El mercado observa de cerca si la empresa logrará mantener su posición dominante en el sector eléctrico.