Un escándalo sacude a los Legionarios de Cristo tras la detención de Antonio Cabrera, sacerdote y exdirector de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac, acusado de violar a un menor de edad. La captura ocurrió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ejecutada por elementos de la Fiscalía General de la República e Interpol, en un operativo que ha generado indignación.
Los hechos denunciados, que habrían ocurrido hace aproximadamente 20 años en Naucalpan, Estado de México, involucran agresiones sexuales en múltiples ocasiones contra un menor. La víctima presentó la denuncia en diciembre de 2024, lo que desencadenó una investigación que culminó con la detención del religioso el pasado 11 de junio.
Durante la audiencia de este viernes, un juez de control del Estado de México dictó prisión preventiva justificada contra Antonio Cabrera, mientras se define su situación jurídica. La próxima audiencia está programada para el 17 de junio, donde se determinará si el proceso penal avanza con base en las pruebas presentadas por la fiscalía.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México señaló que los abusos ocurrieron en fechas específicas: mayo de 2004, abril de 2007 y diciembre de 2011. En cada ocasión, el sacerdote habría intimidado a la víctima para evitar que denunciara, lo que agrava la acusación en su contra.
Los Legionarios de Cristo emitieron un comunicado expresando su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos. Sin embargo, afirmaron no haber recibido información detallada por parte de las autoridades, lo que ha generado críticas por la falta de transparencia en el caso.
Antonio Cabrera, conocido por su trayectoria académica en teología y bioética, fue arrestado al llegar de un vuelo internacional. Su cercanía con Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y figura envuelta en múltiples escándalos de abuso sexual, ha reavivado el debate sobre la impunidad en esta congregación.
La detención ha puesto en el centro de la controversia a la Universidad Anáhuac, donde Cabrera ocupó cargos relevantes. Hasta el momento, la institución no ha emitido un pronunciamiento oficial, lo que ha generado cuestionamientos sobre su manejo de la situación.
Este caso se suma a la larga lista de acusaciones contra miembros de los Legionarios de Cristo, una congregación que ha enfrentado señalamientos por encubrir abusos sexuales durante décadas. La sociedad exige justicia y medidas contundentes para proteger a los menores y evitar que casos como este queden impunes.
La investigación sigue en curso, y las autoridades han señalado que los delitos imputados no prescribirán hasta 2031, lo que da margen para un proceso judicial exhaustivo. La atención pública permanece sobre este caso, que pone en evidencia los problemas sistémicos dentro de la congregación religiosa.