El robo de identidad en Jalisco se ha convertido en una amenaza creciente que está dejando a miles de personas con deudas que no contrajeron. En los últimos años, este delito ha generado pérdidas económicas que alcanzan cifras millonarias, afectando tanto a ciudadanos comunes como al sistema financiero. Según reportes recientes, los casos de suplantación de identidad han aumentado significativamente, con Jalisco ocupando un lugar destacado a nivel nacional.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha señalado que el robo de identidad es uno de los delitos de mayor crecimiento en México. En 2024, las pérdidas por fraudes financieros, muchos de ellos ligados a este delito, ascendieron a 14,500 millones de pesos. Se proyecta que en 2025 esta cifra podría llegar a los 17,400 millones, un panorama que preocupa a las autoridades y a las instituciones financieras.
En Jalisco, los casos de robo de identidad han sido particularmente alarmantes. En 2024, la entidad se posicionó como la tercera con mayor incidencia a nivel nacional, solo por detrás del Estado de México y la Ciudad de México. Los delincuentes utilizan datos personales obtenidos de manera ilícita para solicitar créditos, realizar compras o abrir cuentas bancarias, dejando a las víctimas con deudas que pueden tardar años en resolverse.
Uno de los sectores más afectados es el de los créditos hipotecarios. El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) reportó que en Jalisco se detectaron al menos 239 casos de viviendas que fueron vendidas fraudulentamente más de 2,000 veces mediante la suplantación de identidad. Esto no solo representa una pérdida económica, sino también un duro golpe para los derechohabientes que ven comprometido su patrimonio.
Los métodos de los delincuentes son cada vez más sofisticados. Desde el uso de correos electrónicos falsos hasta mensajes engañosos en aplicaciones de mensajería, los ciberdelincuentes aprovechan cualquier descuido para obtener información personal. La Policía Cibernética ha alertado sobre un aumento del 23% en incidentes relacionados con plataformas de mensajería, incluyendo fraudes, extorsión y robo de contraseñas.
Las instituciones financieras y el gobierno han intentado implementar medidas para combatir este delito. Infonavit, por ejemplo, ha reforzado sus procesos con la toma de huellas dactilares y revisiones más estrictas de los expedientes crediticios. Sin embargo, los resultados aún son insuficientes, y los casos siguen en aumento, lo que pone en duda la efectividad de estas estrategias.
La Condusef recomienda a la población tomar precauciones básicas para protegerse. Revisar los estados de cuenta con regularidad, destruir documentos con información personal antes de desecharlos y evitar compartir datos sensibles por correo o mensajería son algunas de las medidas sugeridas. También se aconseja no hacer clic en enlaces sospechosos y utilizar contraseñas seguras que combinen letras, números y caracteres especiales.
A pesar de estas recomendaciones, la falta de educación digital sigue siendo un obstáculo. Un estudio reveló que el 43% de los mexicanos no revisa sus estados de cuenta, lo que facilita que los fraudes pasen desapercibidos. Además, el 20% de la población comparte datos personales en redes sociales, convirtiéndose en un blanco fácil para los delincuentes.
El impacto del robo de identidad va más allá de lo económico. Las víctimas enfrentan largos procesos legales para limpiar su historial crediticio y, en muchos casos, sufren un desgaste emocional significativo. La desconfianza hacia las compras en línea y las instituciones financieras también ha crecido, afectando el desarrollo del comercio digital en México.
Ante este escenario, la lucha contra el robo de identidad requiere un esfuerzo conjunto entre ciudadanos, autoridades y empresas. Mientras los delincuentes perfeccionan sus tácticas, la prevención y la educación digital se presentan como las herramientas más efectivas para evitar que más personas caigan en esta red de fraudes.