En la reciente elección en Delicias, Chihuahua, no todo fue un camino de rosas para el PAN, a pesar de su notable éxito electoral. La dupla de Jesús Valenciano y Roberto Carreón, alcalde y diputado local respectivamente, desplegó una estrategia implacable para consolidar su proyecto político-judicial. Sin embargo, no todos los actores políticos jugaron en el mismo equipo, y algunos nombres han quedado marcados en lo que se conoce como la “lista negra de traidores”.
El principal señalado es Mata Carrasco, quien decidió actuar por su cuenta, ignorando las consecuencias de sus acciones. Su ambición personal lo llevó a desmarcarse del proyecto colectivo del PAN, generando tensiones internas. Mata, quien en algún momento anunció su precandidatura a gobernador y buscó impulsar a su hijo como alcalde, optó por una aventura individual que ha sido vista como una traición al partido.
El impacto de las decisiones de Mata no fue menor. Según fuentes internas, personal de la dependencia estatal fue amenazado para no respaldar el proyecto electoral-judicial impulsado por la cúpula del PAN. Incluso, algunos empleados fueron despedidos de la nómina al ser identificados como parte de esta operación disidente. Este nivel de presión evidencia el conflicto interno que se desató en el partido.
Además de Mata, su hijo, el regidor Mario Alberto Mata, también quedó involucrado en esta controversia. Otros nombres como Lorena Quezada y Maluly Gómez, funcionarios municipales en la administración de Valenciano, se subordinaron a la estrategia de Mata, lo que los ha colocado en una posición comprometedora dentro del partido.
A pesar de estos conflictos, el proyecto político-judicial del PAN no fracasó, aunque sí sufrió algunos reveses. Sin los traidores, se dice, el partido pudo haber alcanzado un triunfo aún más contundente, logrando un “15 de 15” en los resultados electorales. Ahora, quienes desafiaron la línea del partido enfrentan las consecuencias de sus decisiones.
Por otro lado, la elección no solo dejó al descubierto las pugnas internas, sino también la fortaleza de la maquinaria del PAN en Delicias. La estrategia de Valenciano y Carreón demostró ser efectiva, a pesar de los obstáculos. Sin embargo, la sombra de la traición sigue pesando sobre el partido, con Mata Carrasco como el principal protagonista de esta controversia.
El caso también ha generado críticas hacia el manejo interno del PAN. La exclusión de ciertos actores y las amenazas reportadas han levantado cuestionamientos sobre la cohesión del partido. Aunque los resultados electorales fueron favorables, las fracturas internas podrían tener repercusiones en el futuro político de la región.
En este contexto, la lista negra de traidores se ha convertido en un tema candente en Chihuahua. Los nombres señalados, con Mata a la cabeza, enfrentan un panorama complicado dentro del PAN, mientras el partido busca mantener su unidad de cara a los próximos desafíos políticos.
La lección de este episodio es clara: la ambición personal puede tener un costo elevado en la política. En un partido donde la disciplina y el trabajo en equipo son fundamentales, las acciones de Mata y sus aliados han generado un precedente que difícilmente será olvidado.
Mientras tanto, el PAN en Delicias sigue adelante, pero con la tarea de sanar las heridas internas y fortalecer su estructura para evitar que este tipo de conflictos se repitan en el futuro. La política en Chihuahua, como en muchas partes, sigue siendo un terreno donde la lealtad y la estrategia son clave para el éxito.