La depresión tropical Cuatro-E se ha intensificado hasta convertirse en la tormenta tropical Dalila, un fenómeno que ya pone en alerta a varias regiones del país. Según el Servicio Meteorológico Nacional, este ciclón se formó frente a las costas de Guerrero y Oaxaca, y su impacto se sentirá con fuerza en los próximos días.
El centro de Dalila se localiza a 315 kilómetros al sur de Zihuatanejo, Guerrero, y a 380 kilómetros al sur-sureste de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Con vientos sostenidos de 65 kilómetros por hora y rachas de hasta 85, el sistema se desplaza hacia el nor-noroeste a una velocidad de 17 kilómetros por hora.
Michoacán, Guerrero y Oaxaca serán los estados más afectados, con pronósticos de lluvias intensas que podrían alcanzar hasta 150 milímetros. Estas precipitaciones representan un riesgo significativo, ya que podrían provocar deslaves, inundaciones y el desborde de ríos y arroyos en zonas bajas.
Jalisco y Colima también sentirán los efectos de Dalila, aunque con lluvias muy fuertes de hasta 75 milímetros. Las autoridades han advertido que estas condiciones podrían generar problemas en infraestructura y afectar la seguridad de la población en las regiones costeras.
Además de las lluvias, la tormenta traerá vientos fuertes y oleaje elevado. En las costas de Guerrero y Oaxaca se esperan olas de hasta 5.5 metros, mientras que en Michoacán podrían alcanzar los 4.5 metros. En Jalisco y Colima, el oleaje será de entre 2.5 y 3.5 metros.
El Servicio Meteorológico Nacional ha establecido una zona de vigilancia desde Tecpan de Galeana, Guerrero, hasta Manzanillo, Colima. Esta medida busca prevenir y alertar a la población sobre los posibles impactos del ciclón, que por ahora no se espera que se intensifique a huracán.
Las autoridades han hecho un llamado a la población para mantenerse informada a través de canales oficiales y tomar precauciones. Las lluvias y los vientos podrían complicar las condiciones en las zonas afectadas, especialmente en comunidades vulnerables.
Dalila es el cuarto ciclón con nombre de la temporada 2025 en el Pacífico, tras los pasos de otros sistemas como Bárbara. La temporada de huracanes, que va de mayo a noviembre, sigue activa, y los expertos continúan monitoreando la evolución de este y otros fenómenos.
A pesar de que Dalila no tocaría tierra directamente, su amplia circulación seguirá generando condiciones climáticas adversas en el centro y sur del país. Las próximas horas serán clave para determinar la trayectoria y los efectos finales de esta tormenta.
La población en los estados afectados debe estar preparada para posibles cortes de energía, interrupciones en el transporte y otros inconvenientes causados por las condiciones climáticas. La prevención y la atención a las alertas oficiales serán fundamentales para garantizar la seguridad.