La Comisión Nacional Bancaria y de Valores ha intervenido la financiera CAME, una sociedad financiera popular que ha dejado en la incertidumbre a más de un millón de ahorradores. La decisión, tomada el 9 de junio, busca proteger los depósitos de los clientes tras detectar graves irregularidades en la institución.
CAME, que operaba como una Sofipo, dejó de reportar información financiera desde diciembre pasado. Desde marzo, sus sucursales cerraron y los ahorradores perdieron acceso a sus recursos, lo que generó protestas y denuncias por posible fraude. La CNBV asegura que la intervención es una medida para salvaguardar los intereses de los afectados.
La financiera presentó una pérdida de capital que la colocó en la categoría 4 del Nivel de Capitalización, señal de insolvencia financiera. Esto llevó a la CNBV a suspender sus operaciones y a iniciar un proceso de revocación de su autorización, notificado el 21 de mayo.
Los depósitos de los ahorradores están protegidos hasta por 25 mil UDIS, equivalentes a poco más de 211 mil pesos por persona, gracias al Fondo de Protección. Sin embargo, muchos clientes tenían inversiones mayores, lo que ha generado preocupación sobre la recuperación total de sus ahorros.
CAME, fundada tras los sismos de 1985, tenía 51 sucursales y 1.3 millones de clientes hasta mayo de 2025. Su colapso ha puesto en duda la supervisión del sistema financiero, especialmente tras reportes de que sus directivos habrían ocultado información a las autoridades.
En 2024, la financiera acumulaba deudas por 2 mil 679 millones de pesos, un 43 por ciento del total del sector de Sofipos. Además, fue sancionada por fallas en la prevención de lavado de dinero, lo que agrava las sospechas sobre su gestión.
Los ahorradores, muchos de ellos personas de la tercera edad, han exigido respuestas claras. Algunos han interpuesto denuncias por fraude, mientras otros se han manifestado en las oficinas de la CNBV y en Palacio Nacional, sin obtener soluciones concretas hasta ahora.
La intervención de CAME busca estabilizar la situación, pero el proceso podría ser largo. La CNBV ha señalado que el sistema financiero mexicano es sólido, aunque este caso ha generado dudas sobre la confianza en las instituciones de ahorro popular.